Comentario sobre Doña Juana la loca
Esta pintura de historia representa a Juana la Loca, viuda y embarazada, junto al féretro de Felipe el Hermoso, acompañada por un numeroso cortejo en el traslado del cadáver desde Miraflores hacia su destino definitivo en Granada (1). El artista representa un fuerte viento que mueve la toca de Juana, con la expresividad del dolor extremo de los celos en su rostro, y el humo de una hoguera, acentuando el clima trágico de una nubosa mañana de invierno.
Esta pintura adquirida por Ángel Roverano es una reducción del famoso lienzo de 1877 (Museo del Prado) premiado en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1878. La pintura primero había sido exhibida en Roma junto a las obras de los otros pensionados españoles (2), luego del éxito madrileño recorrió las ciudades de París, Viena y Munich, fijando la temprana fama de Pradilla y su estilo “realista”. El carácter sentimental del tema es acentuado mediante una eficaz composición teatral, sin perder el historicismo positivista habitual de las grandes máquinas pictóricas en los detalles de vestimenta y artefactos.
La reducción (la obra anterior mide 3,40 x 5 m) guarda en su factura a escala todas las características, con mínimas variantes, la más significativa un tercer velón en el ángulo posterior del féretro, visible al aligerar el humo de la pintura original. El tamaño menor la convierte en más apta para el interior burgués, ya que las grandes dimensiones de la pintura de historia la ataban a una compra estatal. Según Pradilla la versión le fue encargada por un aristócrata ruso, junto a réplicas de sus otras pinturas de historia; al morir el comitente antes de cubrir el encargo, Pradilla vendió
Doña Juana la Loca a Gambard, cónsul español en Niza (3).
Roverano además poseyó su
Autorretrato (inv. 2599, MNBA). Otras obras del artista en colecciones porteñas son
Carnaval en Roma, 1881 (inv. 2595, MNBA), del legado Parmenio T. Piñero, y una de las más tardías, la colorida escena de mujeres jugando en el arroyo
A que se cae, 1920 (inv. 5980, MNBA), que muestra la constancia de sus obras en el gusto local.
por Roberto Amigo
1— Véase: Carlos Reyero, Imagen histórica de España (1850-1900). Madrid, Espasa- Calpe, 1987, p. 326-331; La pintura de historia del siglo XIX en España, cat. exp. Madrid, Museo del Prado, 1992.
2— Se conserva un boceto en el Museo de Arte de Lérida. Rincón García, 1987, nº 18, p. 103.
3— El Mundo, 3 de noviembre de 1921. Citado en José Manuel Cruz Valdovinos, entrada de Doña Juana la Loca en Ciento veinte años de pintura española, cat. exp. Buenos Aires, MNBA, 1991, p. 102. Según Sullivan se remató una réplica en Christie’s en Londres en 1903. Por ese año ingresó la obra del MNBA a la colección Roverano, entonces en París. E. J. Sullivan: “Francisco Pradilla’s Juana la Loca”, Arts Magazine, New York, nº 54, 1980, p. 168-171.
Bibliografía
1986. RINCÓN GARCÍA, Wifredo, “Un cuadro célebre: Doña Juana la Loca de Pradilla en el Casón del Buen Retiro”, Boletín del Museo del Prado, Madrid, nº 19, p. 42.
1987. RINCÓN GARCÍA, Wifredo, Francisco Pradilla, 1848-1921. Madrid, Antiquaria, nº 21, p. 103.
1992. La pintura de historia del siglo XIX en España, cat. exp. Madrid, Museo del Prado, p. 316, reprod. color p. 315.
1997. FERNÁNDEZ GARCÍA, Ana María, Catálogo de pintura española en Buenos Aires. Oviedo/Buenos Aires, Universidad de Oviedo/FFyL-UBA, nº 507, p. 152.
2006. ARTUNDO, Patricia M. (org.), El arte español en la Argentina 1890-1960. Buenos Aires, Fundación Espigas, reprod. color p. 427.