Comentario sobre Marina
Eugène Isabey comenzó a formarse como artista bajo la tutela de su padre, Jean-Baptiste Isabey, prestigioso pintor de retratos y miniaturas que cobró celebridad por sus pinturas para la corte francesa. Eugène en cambio se orientó hacia la pintura de paisajes. Acorde a los artistas de su generación, particularmente agrupados en torno a la Escuela de Barbizon, recorrió las zonas agrestes de Francia para pintar al aire libre. Desde 1820 viajó por las costas de Normandía, donde representó las costas y los acantilados que se suceden entre El Havre y Dieppe, al borde del canal de la Mancha. De regreso a París, en 1824, presentó paisajes y marinas en el Salón, con buena repercusión, lo que le permitió exponer regularmente en ese espacio.
En estas obras Isabey desarrolló el concepto de lo sublime, característico del romanticismo europeo, con las fuerzas de la naturaleza amenazando la condición humana. Esto puede observarse en
Marina, una escena con embarcaciones cuya tripulación permanece a merced de los vientos y el oleaje del mar. La paleta iluminada, a pesar de los grises propios de una tormenta, es representativa de su producción. Si bien en su última etapa Isabey se destacó como pintor de historia, especialmente a partir de la década de 1840, continuó realizando paisajes, como evidencia la obra del MNBA, pintada durante ese período.
Unos años después de la muerte del artista la prestigiosa galería Boussod et Valadon (dirigida por Theo van Gogh), puso a la venta esta obra. La pintura ingresó a la colección de la familia Guerrico, reconocidos porteños que poseían también marinas de Eugène Boudin y Johan Barthold Jongkind (1). Ambos artistas habían sido alumnos de Isabey y pintaron numerosas vistas en las costas de Normandía. Por deseo familiar este conjunto de obras fue legado al MNBA en 1938.
por Paola Melgarejo
1— Para más información sobre la colección Guerrico véase: Patricia M. Artundo (coord.), El arte francés en la Argentina. 1890-1950. Buenos Aires, Fundación Espigas, 2004.
Bibliografía
1934. DA ROCHA, Augusto, “Galerías privadas”, Boletín del Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, a. 1, nº 1, septiembreoctubre, reprod. p. 14.
1938. “La Colección Guerrico, recientemente donada al gobierno con destino al Museo Nacional de Bellas Artes”, La Prensa, Buenos Aires, 2 de junio.
1988. OLIVEIRA CÉZAR, Lucrecia de, Los Guerrico. Buenos Aires, Gaglianone, nº 55, p. 114.
2006. BALDASARRE, María Isabel, Los dueños del arte. Coleccionismo y consumo cultural en Buenos Aires. Buenos Aires, Edhasa, p. 157.