Comentario sobre Cabeza
Formado con Arturo Dresco en Buenos Aires y Davide Calandra en Florencia, Nicolás Lamanna llegó a adquirir una notable técnica en la ejecución del mármol. Con su participación ininterrumpida en los salones –tanto nacionales como provinciales– logró el apoyo de la crítica especializada. Dentro de las tendencias escultóricas de la época, integró el grupo conocido como La Colmena Artística, inspirado en los principios esgrimidos por Martín Malharro y orientado desde su producción hacia una búsqueda de las sensaciones, dejando de lado la cuestión anecdótica. El acierto de Lamanna en esta búsqueda quedó testimoniado en una crítica de Eugenio Daneri publicada en la revista
Augusta en 1918. Refiriéndose a una “cabeza robusta de mujer”, dijo el crítico: “Da una sensación franca de plenitud y de vida”.
Cabeza es un mármol que, sin apelar a grandes dimensiones, con su posición –levemente inclinada hacia abajo y reforzada por la dirección de la mirada– trasmite toda la contundencia, el vigor y la vehemencia de una joven. El cabello está adornado con una cinta ancha a manera de vincha y recogido en dos pequeños rodetes laterales que, junto con el flequillo peinado sobre la frente, enmarcan el rostro, destacándolo como centro de la composición. Esta obra se presentó en el III Salón Nacional de 1913. La Comisión Nacional de Bellas Artes lo adquirió para el MNBA ese mismo año.
por Área de Investigación del MNBA