Comentario sobre Interior de iglesia
Este interior de iglesia presenta características singulares. Por un lado la conformación del edificio, que no hemos podido identificar, en la que llama la atención la disposición de las naves y especialmente la central con un tramo, a la derecha, curiosamente cerrado por un muro con una escultura y el púlpito en el extremo. Lo mismo sucede con la capilla a la izquierda, con un altar con formas renacentistas, dedicado a un santo obispo, que se continúa en un espacio indefinido que podría entenderse como un interior o como una vista al exterior. Otro elemento curioso lo constituyen las bóvedas que cierran estos espacios cuya altura parece ser idéntica.
La solución perspéctica de esta arquitectura es sumamente pobre y presenta fallas importantes ya que la representación no se ajusta a una construcción geométrica adecuada. El punto de vista alto usado resulta ideal para mostrar los diferentes espacios que componen estos edificios y fue explotado por los pintores que se ocuparon del tema (1). Pero vemos aquí que nuestro desconocido pintor carece de los medios técnicos para lograr una solución satisfactoria. Esto se hace evidente en toda la representación y muy especialmente en la falta de jerarquización de las distintas naves, en la capilla lateral, así como en la representación de la cabecera, donde se ubica el punto de fuga de la perspectiva. Allí hay una confusión de líneas tanto en las bóvedas que la cierran como en las correspondientes a las ventanas que la iluminan. Tal vez a eso se debe su representación esbozada que la desdibuja y muestra además un intento de lograr la profundidad en la obra, hecho que no exime al pintor de una correcta representación. Las luces y sombras también evidencian un tratamiento inadecuado y así hallamos sombras que describen diferentes caminos. En cuanto a su autor, la firma y la fecha que aparecen en la pintura constituyen otro problema. No hemos localizado ningún pintor con este nombre actuando alrededor de la fecha consignada, 1701. Los ropajes que usan los personajes que se mueven en este interior no se corresponden con la época ya que en ella la moda era bastante diferente. Los trajes que aquí vemos, corresponden a fines del siglo XVI y principios del XVII. Podríamos pensar que quien pintó esta obra no es otra cosa que un
amateur que está copiando una obra que no hemos identificado, o tal vez, inspirándose en una lámina de algún tratadista como Hans Vredeman de Vries (1527-1606), a la que manejó con la libertad propia de un pintor
naîf.
Tanto en la pintura holandesa como en la flamenca, la de interiores de iglesias alcanzó gran importancia, al punto de convertirse en un género independiente. En muchos casos los temas son edificios reales, como sucede con la catedral de Amberes (2), o fantasías que a veces parten de edificios conocidos, pero siempre las representaciones son sumamente cuidadas y los pintores hacen gala del conocimiento de la novedosa perspectiva, sobre la cual también se teoriza como sucede con las publicaciones de Vredeman de Vries (3). La obra de los flamencos Hendrick van Steenwijck, el Viejo (1550-1608), Abel Grimmer (h. 1575-1619?) y especialmente la de Pieter Neefs I (1578-1656) y la de sus hijos Lodewijck y Pieter II, lo muestran ampliamente.
por Ángel M. Navarro
(1) Véase por ejemplo, el Interior de la catedral de Amberes, tabla 59 x 84 cm de Pieter Neefs I, Bruselas, Musées Royaux de Beaux-Arts, inventario n° 1355.
(2) Este edificio fue uno de los más representados en ámbito flamenco. Es interesante señalar como muchas veces un artista tratando este tema inspiró a otros, como sucede con Abel Grimmer y su Interior de iglesia, tabla, 42 x 57 cm, París, Galería Kraus, que parte de la obra de H. van Steenwijck que se conserva en el Museo de Budapest. A su vez la obra de Grimmer se basó en Pieter Neefs I para la obra que mencionamos en la nota n° 1. Véase R. de Bertier de Sauvigny, Jacob et Abel Grimmer, Bruselas, 1991, pp. 35, 50, 200 y 201 y las obras n° IX, LXXXVI y XC del catálogo.
(3) Publicó Architectura en 1565 y Compertimenta en 1566, obras que tuvieron enorme influencia sobre los arquitectos del norte de Europa, incluida Inglaterra, y también en los pintores que se ocupaban de representaciones arquitectónicas como interiores de iglesias o palacios. El mismo, empezó su carrera como pintor.
Bibliografía
1994. AMN, pp. 58-59, reproducido.