Comentario sobre Santa Ana triple
Santa Ana sentada en una banqueta con un libro en su mano izquierda, la Virgen en menor escala asentada sobre un muslo de la madre abraza al Niño, quien desnudo le acaricia la mejilla. Se trata de una de las variantes de la iconografía tradicional, en la que Santa Ana de pie presenta sobre ambos brazos sendas imágenes de María y el Niño, estos en tamaño tan pequeño que devienen meros atributos de Santa Ana. Esta iconografía persiste en el siglo XV y paulatinamente es reemplazada por la composición de esta escultura. A partir de mediados del siglo XV en Flandes y el sur de Alemania comienza a difundirse la que sería la versión definitiva: todos los personajes en igual escala, Santa Ana, a su derecha la Virgen y entre ambas el Niño desnudo. Esta es la composición de la Santa Ana triple en el retablo pintado del Museo de Arte Español de Buenos Aires (1). El libro, atributo secundario de Santa Ana, es el Antiguo Testamento del cual habría aprendido a leer la madre de Dios. Hacia finales de la Edad Media dicho motivo dio lugar a un nuevo tema, La educación de la Virgen, debido a la mayor difusión del culto de Santa Ana (2).
En esta Santa Ana triple advertimos el intercambio gestual que expresa el componente emotivo de la relación madre-hijo: la Virgen abraza al Niño y este le acaricia la mejilla. Esta particular relación insinuada ya en la pintura del Trecento se acentúa considerablemente en Flandes y en el sur de Alemania, como lo testifican maestros grabadores de la segunda mitad del siglo XV originarios de dichas regiones (3). Estos grabados tuvieron gran difusión, algunos llegaron a España, y fueron modelos adoptados por pintores y escultores. En el sur de Alemania un intenso y variado intercambio de ternura está presente en imágenes de la Virgen con el Niño desnudo del importante escultor Tilman Riemenschneider (1455, 1460/1531), activo principalmente en su ciudad natal Würzburg, centrosur de Alemania (4).
En el Bajo Rin encontramos varios ejemplos de la composición que desecha el carácter de la Virgen y el Niño como atributos y concede, a pesar de la disminución de escala, una considerable participación emotiva. Entre otros, un grabado del Maestro de San Sebastián, probablemente activo en Colonia en el último tercio del siglo XV (5) y una talla en madera del Museo Schnütgen (Colonia) fechada entre 1469 y 1470 (6). Más allá de las diferencias fisonómicas, los ejemplos citados, incluyendo la obra de Tilman Riemenschneider y la talla de Buenos Aires, se caracterizan por la similitud en el drapeado. Es un tratamiento que, si bien es algo irregular, exhibe una notoria valoración plástica de los pliegues y la trasparencia de formas anatómicas tales como las rodillas en personajes sentados.
Las pruebas aportadas conducen a atribuir la Santa Ana triple a un escultor anónimo activo en el sur de Alemania en el último cuarto del siglo XV.
por Francisco Corti
1— Francisco Corti, El retablo de Santa Ana del Museo de Arte Español de Buenos Aires y otras obras del Maestro de Sinovas. Buenos Aires, Instituto de Teoría e Historia del Arte Julio E. Payró, FFyL-UBA, 1997, p. 2.
2— Ibidem, p. 13, nº 27 y 28.
3— Max Lehrs, Late gothic engravings of Germany and the Netherlands. New York, Dover, figs. 496, 482 y 587.
4— Kurt Gerstenberg, Tilman Riemenschneider. Wien, Anton Schroll, 1941, figs. 88, 90 y 91.
5— Lehrs, op. cit., p. 351, fig. 344.
6— Das Schnütgen Museum. Köln, Schnütgen Museum der stadt Köln, 1968, p. 85, fig. 143.