Comentario sobre Retrato de un caballero
Un joven con barba y bigote con largas puntas levantadas, retratado de medio cuerpo y con expresión sonriente, se vuelve ligeramente hacia la derecha. Viste un jubón negro que su mano derecha toma a la altura del pecho. Lleva gorguera blanca no almidonada.
Del mercado londinense, donde la obra apareció en los Estados Unidos hacia 1927, pasó por diversas manos hasta que Alfredo Hirsch la adquirió, como realizada por Frans Hals (1582/83-1666), en 1947. Así figuró en 1964 en la exposición
De El Greco a Tiépolo realizada en este Museo. Seymour Slive, que examinó la obra (1), descartó la autoría de Hals. La pintura había provocado ya discusiones en torno a este tema. En 1936 cuando W. R. Valentiner publicó su
Frans Hals in America donde la obra aparece con el n° 56, se discutió su autenticidad, la que se sometió al juicio de diversos expertos – W. C. Constable (Londres), F. Schmidt-Degener (Amsterdam), Max. J. Friedländer (Berlín), W. Martin y H. Schneider (La Haya) y D. Hannema (Rotterdam)- quienes aceptaron la obra como Hals. En el legajo de la obra se incluyen además certificados firmados por W. Bode (Berlín) y G. D. Gratama. Este último, en ese entonces director del Museo Frans Hals de Haarlem, donde la obra fue expuesta en 1937, la dató entre 1625-1635 y además propuso identidad pues lo consideró un posible retrato de Willem Warmond, Capitán de la Guardia Civil de San Adrián, quien aparece retratado en el
Banquete de los Oficiales de la Guardia de San Adrían (Museo Frans Hals, catálogo n° 125) que Hals pintó en 1627, en una destacada posición ocupando el primer plano, sentado ante la mesa, a la derecha. Este retrato puede ser vinculado con algunos que Hals pintó en la década de 1630, cuando utiliza pinceladas tersa y dinámicas para sus retratados, que aparecen ante fondos neutros también resueltos con factura pareja y delicada en los que hay sombras suaves que contribuyen a la definición espacial.
Podríamos citar el
Hombre de treinta y tres años (?) con gorguera plisada (2) de 1633, donde hallamos notable similitud en la anatomía de la cabeza, especialmente en la solución de la frente, amplia y alta en ambos, en ambos surcada por una ligera depresión y en lo alto el resalto de un reflejo rosado, así como un tratamiento similar para la cabellera y barba, o el
Hombre de cuarenta y ocho años, con la mano derecha cerrada sobre el corazón (3) de 1634, donde además de las formas que señalamos encontramos la mano en igual pose e idéntica resolución. Sin embargo un exámen más atento permite descubrir la ausencia del trabajo típico del maestro hacia 1635, fecha alrededor de la cual habría sido realizada. No hallamos aquí la pincelada que se superpone, salvo en la gorguera y en los cabellos, ni la espontaneidad y materia cargada que se distribuye en ciertos detalles a fin de lograr la impresión y vitalidad característica del artista. Por esto nuestro pintura, concebida en una clave de tierras, ocres y negro, con el blanco de la gorguera como contraste, muestra la ejecución de un pincel más tranquilo que define una superficie lisa y pacífica, que observa sólo ciertos rasgos del maestro. Por ello puede ser vinculada con obras realizadas en su taller, por el que pasaron varios artistas además de sus hijos.
por Ángel M. Navarro
(1) Comunicación oral de la señora Claudia Caraballo de Quentin, 23 de abril de 1991.
(2) Tela, 65 x 50 cm, Londres, National Gallery, inventario n° 1251.
(3) Tabla, 73 x 54 cm, San Diego, California, Tim Art Gallery, Putnam Fundation.
Bibliografía
1928. W. R. Valentiner, "Rediscovered Paintings by Frans Hals", Art in America, vol. XVI, n° 6, pág. 248, fig. 6.
1935. W. R. Valentiner, "New Additions to the work of Frans Hals", Art in America, vol. XXIII, n° 6, pág. 85.
1936. W. R. Valentiner, Frans Hals in America, Wesport, Connecticut, 1936, n° 48, reproducido.
1994. AMN, pp. 121-122, reproducido.