Comentario sobre Anunciación
Desde
Parisina (1909, inv. 8821) a su
Naturaleza muerta (faisán y frutas) (inv. 6654), obra póstuma, Alfredo Guttero está muy bien representado en el acervo del MNBA con un conjunto de trece obras. Su forma de ingreso varía desde las adquisiciones de la Comisión Nacional de Bellas Artes a las donaciones de José André, Jorge Larco, Miguel Lermon y Simón Scheimberg. Algunas, como
Mujeres indolentes (1927, inv. 5611) o
Cristo muerto (1931, inv. 1764), pueden ser señaladas entre las más importantes de su producción. ¿Por qué, entonces, elegir
Anunciación?
La elección tiene su fundamento en varios puntos y cada uno de ellos es relevante por distintos motivos. Pintada en 1928, constituye –en términos formales– un punto de llegada para la consecución de esa composición plástica de la que hablaba Guttero, aquella que “une todos los elementos integrantes del cuadro en un plano geométrico que al darle asiento a esos elementos establece la solidez total de la obra y por este medio de construcción la lleva a su máxima expresión de belleza” (1). Y aun cuando su contenido religioso es importante –piénsese, además, que el artista eligió para sus presentaciones públicas de los últimos años obras de temática religiosa– este ocupa un segundo plano.
El paso dado puede ser comprendido al compararla con otra versión del año anterior, la
Anunciación de la colección Galería Vermeer de Buenos Aires: ambas comparten la misma escena, el mismo punto de vista, la misma ambientación e, inclusive, casi las mismas medidas. En relación con este óleo, la
Anunciación del MNBA exhibe una manifiesta reducción de la paleta, el empleo de formas geométricas puras, el trabajo por yuxtaposición de planos y la ausencia de todo elemento decorativo y aun anecdótico. Por otra parte, ella presenta por primera vez totalmente concretada la aplicación de la técnica del yeso cocido que Guttero ya había empleado en su
Motivo campestre (1927) y en
Mujeres indolentes. Sin embargo, aquí la técnica se pliega y al mismo tiempo subraya el concepto plástico que estructura la composición y alcanza su máxima expresión la concepción mural buscada por el artista desde años antes.
Sin lugar a dudas, Guttero otorgó especial valor a
Anunciación que fue pintada ya teniendo en miras su segunda exposición individual en Amigos del Arte en 1929 y la eligió para integrar la serie de tarjetas postales ilustradas editada por la misma Asociación en 1930 (2). Fue, además, la obra elegida para participar en la
First Baltimore Pan American Exhibition of Contemporary Paintings, integrando el envío argentino donde obtuvo el Premio Baltimore Museum. Además, ese mismo valor asignado quedó atestiguado hacia 1932 cuando el artista la donó al MNBA, aunque su ingreso solo se efectivizó después de su fallecimiento.
Para 1932 Guttero ocupaba un lugar central en el campo artístico argentino a partir de la “política de presencia” que él había implementado desde 1928. Pero también era, en términos “institucionales”, una figura conflictiva, principalmente en relación con el MNBA y con quien asumió en 1931 como su director, Atilio Chiappori. Y si en el fundamento del conflicto planteado entre las partes se encontraba, por un lado, la afirmación de una nueva modernidad plástica, tal como esta quedó definida en 1930, la estrategia grupal que Guttero implementó para sí y para el grupo de “artistas modernos” –integrado, entre otros, por Pettoruti, Xul Solar, Norah Borges, Figari, Victorica, Giambiagi, el Grupo de París– elevó al primer plano del debate artístico los fundamentos sobre los que a su juicio se sustentaba el arte moderno. Una modernidad plástica que al iniciarse la década de 1930 seguía siendo resistida por figuras como el mismo Chiappori o Pedro Zonza Briano. Oposición a la que se plegaba un amplio espectro de artistas: desde Italo Botti a José Martorell, incluyendo a Guillermo Facio Hebequer y, ahora en términos políticos, a Antonio Berni, antiguo compañero de los “modernos” en París.
Pero uno también puede pensar a Guttero apoyando el movimiento que, en el contexto de la revolución de 1930, buscó introducir cambios en la estructura del denominado “gobierno de las bellas artes”. Este movimiento encontró su primer blanco de críticas en la Comisión Nacional de Bellas Artes pero también en el MNBA. En este sentido, las declaraciones de Guttero relativas al “magnífico adefesio” del edificio que alojaba al Museo (3), deben ser pensadas en ese contexto y en el movimiento que llevó al año siguiente a la supresión de la Comisión y a la creación de la Dirección Nacional de Bellas Artes, a cuyo frente y por un breve lapso, quedó uno de los coleccionistas más poderosos, Francisco Llobet.
En 1932, la donación realizada por Guttero de la
Anunciación al Museo, implicaba forzar su propia entrada con una obra consagrada internacionalmente, pero que, además, era la expresión de una modernidad plástica que poseía fuerte carga simbólica y contaba con un valor programático manifiesto imposible de ser ignorado.
por Patricia M. Artundo
1— Alfredo Guttero et al., “Los Cursos Libres de Arte Plástico: las nuevas teorías en la enseñanza artística”, Archivo Fundación Forner-Bigatti.
2— Para todo lo concerniente a Guttero y su relación con Amigos del Arte, cf. Patricia M. Artundo y Marcelo E. Pacheco (dir.), Asociación Amigos del Arte: 1924- 1942, cat. exp. Buenos Aires, Malba- Fundación Costantini, 2008-2009. La revisión más reciente sobre el artista quedó registrada en el catálogo de la exposición realizada en 2006 en Malba-Fundación Costantini, citado en la bibliografía.
3— Alfredo Guttero, testimonio recogido en “Declaraciones del pintor Guttero”, Recorte, [s.l.], [mayo de 1931]. Archivo Fundación Forner-Bigatti.
Bibliografía
1929. [LOZANO MOUJÁN, José María], “En el Salón Witcomb [sic] Exposiciones de los artistas Guttero y Del Prete”, El Diario, Buenos Aires, 2 de octubre, p. 6, reprod. — “Alfredo Guttero en los Amigos del Arte”, La Prensa, Buenos Aires, sección cuarta, 13 de octubre, reprod. — BARREDA, Ernesto M., “Los pintores en la intimidad: Alfredo Guttero, la pintura decorativa”, El Hogar, Buenos Aires, a. 25, nº 1045, 25 de octubre, p. 7 y 74.
1931. “Un importante Premio en Norte América consagra a dos pintores argentinos”, Crítica, Buenos Aires, 16 de enero, p. 8.
1933. “En las Salas de la Dirección Nacional de Bellas Artes se inaugurará una exposición homenaje a la memoria del pintor Alfredo Guttero”, La Prensa, Buenos Aires, sección segunda, 26 de octubre, reprod. — POMBO, Luis E., “A Guttero sólo le faltó buscar el arte en la calle”, Crítica, Buenos Aires, 15 de noviembre, reprod.
1934 [1930]. ATALAYA [Alfredo Chiabra Acosta], “Alfredo Guttero” en: 1920-1932: críticas de arte argentino. Buenos Aires, M. Gleizer, p. 329-332.
1997. ARTUNDO, Patricia M., “Alfredo Guttero en Buenos Aires: 1927-1932” en: Arte argentino del siglo XX. Buenos Aires, Fundación para la Investigación del Arte Argentino (Premio Telefónica a la investigación en historia de las artes plásticas), p. 51-57.
2001. ARTUNDO, Patricia M. (org.), Cartas a un amigo: epistolario Guttero-Falcini 1916- 1930. Buenos Aires, Instituto de Teoría e Historia del Arte Julio E. Payró, FFyL-UBA, p. 116 y notas 100, 101 y 104.
2006. FERNÁNDEZ, Marta Inés, “Alfredo Guttero: técnica pictórica, yeso cocido” en: Marcelo E. Pacheco (coord.), Alfredo Guttero: un artista moderno en acción, cat. exp. Buenos Aires, Malba-Fundación Costantini, p. 61-67, reprod. color p. 63.