Comentario sobre Trois chats au poissons
Foujita fue conocido tanto por sus imágenes de gatos amorosamente representados como por sus gráciles figuras marfileñas, prevalencia que el artista atribuyó a lo oportuno de los modelos: “Puesto que están siempre en mi estudio, a veces pongo un gato a mi lado o al lado de mis desnudos, como una especie de firma”.6
Más profundamente, el gato era para Foujita un avatar, la corporización de cualidades –inteligencia, independencia, misterio– que el artista también reivindicaba. En términos críticos, el felino ofrecía además una metáfora de la simplicidad asombrosa de su técnica, semejante a la del gato por el modo en que permitía a “su línea segura que se deslizara, sin pasos en falso sobre el marfil de la tela, congelada por una preparación mágica”.7 Su propio
Autorretrato emanaba una indiferente gracia felina. A su vez, Foujita otorgaba a sus numerosos gatos una amplia gama de cualidades. La pose tranquila y doméstica de su compañero en
este autorretrato contrasta con la furia de los animales reflejada en
Trois chats au poisson, de 1932, que también pertenece a la colección del Museo (inv. 2702). Foujita describió meticulosamente los coloridos variados y las expresiones individuales de cada uno, pero mientras que a Mi-ke se lo ve dócil, los tres gatos
están enloquecidos en una batalla por el pescado. Las pinturas independientes de gatos a menudo servían como una especie de barómetro para medir las fluctuantes circunstancias del artista. Juguetones, afectuosos y despreocupados fueron usuales durante la cima del éxito comercial de Foujita en los años veinte, mientras
que las criaturas combativas de
Trois chats au poisson fueron pintadas a comienzos de los treinta cuando Foujita estaba bajo una enorme nube de impuestos sin pagar. Había dejado París por Brasil en 1931, alentado por la recepción brindada en América del Sur a exposiciones previas de la
École de Paris, y esperando una
bienvenida igual de lucrativa. Pero, mientras que era agasajado con entusiasmo dondequiera que fuese, en 1932 sus dificultades financieras permanecían aún sin resolver.
por Kate Kangaslahti
6— Tsuguharu Foujita et al., Pari no hiru toyoru. Tokyo, Sekai no Nihonsha, 1948, p. 94. Citado en: Phyllis Birnbaum, Glory in a Line: A Life of Foujita. New York, Faber and Faber, 2006, p. 113.
7— André Salmon, citado en: Sylvie Buisson, Léonard-Tsuguharu Foujita. Sa vie, son oeuvre. Paris, ACR, 2001, vol. 2, p. 48.