Comentario sobre La Défense (La Defensa)
Mientras las elecciones de enero de 1879 confirmaban la instalación del régimen republicano en Francia, Rodin trataba de crearse una posición como artista independiente. Para un artista joven, destacarse en un concurso era la mejor manera de lograrlo. En 1879, decidió entonces participar en el concurso que abría la Prefectura del Sena para un
Monumento a la defensa de París destinado a la rotonda de Courbevoie, lugar donde se había organizado la defensa de la capital en ocasión de la invasión alemana de 1870. Como la mayoría de los cien proyectos presentados, su grupo se componía de una figura alegórica y un guerrero y se caracterizaba por el contraste que oponía el ritmo quebrado del cuerpo del guerrero, representado moribundo y no como un defensor seguro de sí mismo, y el dinamismo de la figura femenina. Esta surge fuera de la composición, como el
Genio de la danza de Carpeaux en la Ópera de París (1869), con los dos brazos separados mostrando los puños apretados y la boca abierta como el
Genio de la Patria de Rude en el Arco de Triunfo. Pero, con el ala rota que cae, la obra de Rodin adquiere un carácter más humano mostrándola más vulnerable. En cuanto al guerrero agonizante, ofrece una transposición directa del Cristo de la
Piedad de Miguel Ángel, actualmente en el Museo de la Opera del Duomo en Florencia.
La Défense, obra temprana de la carrera de Rodin –que no obstante tenía ya casi cuarenta años– muestra claramente las influencias que habían ejercido en él Miguel Ángel, los escultores románticos franceses y Carpeaux.
Considerado demasiado revolucionario, este grupo vibrante de violencia fue descartado en la primera etapa del concurso el 29 de noviembre de 1879. En mayo de 1880, el jurado eligió el proyecto del artista oficial Louis-Ernest Barrias, cuya obra
Les premières funérailles había ganado la medalla de honor del Salón el año anterior. Pese a sentirse decepcionado, Rodin no renegó de su trabajo. Al contrario, guardó preciosamente su maqueta y la expuso en reiteradas oportunidades a partir de 1899 mientras la presencia del yeso en su taller influía sobre su joven asistente Bourdelle que trabajaba en el
Monumento a los defensores y a los combatientes del Tarn-et-Garonne para la ciudad de Montauban (1895-1902). Son conocidas numerosas fundiciones del proyecto de Rodin (la primera en 1893) que se deben en su mayoría a Alexis Rudier, fundidor casi exclusivo de Rodin a partir de 1902. El bronce de Buenos Aires corresponde casi con certeza al fundido en mayo de 1909 por 1.175 francos. Fue presentado en 1910 en Buenos Aires en la sección francesa de la Exposición Internacional de Arte del Centenario. En ese momento, Rodin pedía por la obra 9.000 francos.
Sin embargo, no había renunciado a agrandar el grupo y erigirlo en forma de monumento. Varios intentos fracasaron y recién en 1916 apareció finalmente la oportunidad que esperaba desde hacía casi cuarenta años: el comité holandés de la Liga de los Países Neutrales le pidió que creara un monumento conmemorativo de la defensa de Verdún. Léonce Bénédite, que sería el primer conservador del Museo Rodin, respondió en nombre del artista ya viejo y enfermo que este no podía realizar una obra monumental nueva, pero dijo: “Entre las obras del maestro existe un grupo absolutamente propicio:
La Défense, que se podría retomar dándole las dimensiones deseadas” (1). El agrandamiento al cuádruple de su tamaño fue terminado después de la muerte de Rodin, en 1919, y pese a una polémica iniciada por el escultor Albert Bartholomé sobre la legitimidad de esta práctica, el monumento fue inaugurado en Verdún el 1 de agosto de 1920.
por Antoinette Le Normand-Romain
1— L. Bénédite a Baart de La Faille, 27 de enero de 1917, copia, Archivo Museo Rodin, París.
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