Comentario sobre La niñez del Giotto
La obra
La niñez de Giotto fue donada por Herminda Costa en 1941. Representa un episodio, relatado por Giorgio Vasari, según el cual Giotto, con 11 años de edad y cuidador de ovejas, ocupaba el tiempo dibujando sobre una piedra. Por aquel lugar pasó el pintor florentino Cimabue, quien, observando el talento natural del niño, consiguió convencer al padre para que ingresara a su taller como aprendiz. La escena alude a dos generaciones de artistas, Cimabue y Giotto, y a la continuidad de los preceptos que se desarrollaron en el Renacimiento. Remite también a la idea del talento que se trae desde el nacimiento, al imaginario del diamante en bruto que solo el gran maestro, Cimabue, se encargaría de pulir. En esta escultura Cafferata organizó la composición a partir de una construcción piramidal, formada entre la piedra que funciona como base y el cuerpo del niño. La gran roca es también el lugar donde se inscribe el dibujo que ejecuta Giotto. El tratamiento de la superficie presenta una textura muy marcada en la base de la piedra, que se va suavizando a medida que avanza sobre el cuerpo. La cabeza, levemente inclinada, reposa sobre un torso arqueado, que apoya todo su peso sobre los brazos flexionados que lo sostienen y ejecutan el dibujo. Una lectura de la representación estaría cifrada en el pequeño dibujo de una oveja que enmarcan las dos manos del niño. De este diseño apenas perceptible, como incisión sobre la superficie plana de la base, se desprenden y se generan todo el sentido y la materialidad de la obra. Ese dibujo es el que enlaza y condensa la historia de uno de los grandes artistas del
Trecento italiano.
por Área de Investigación del MNBA