Comentario sobre Vista de Buenos Aires
El escocés Richard Adams llegó a Buenos Aires con un grupo de colonos en 1825. Al año siguiente realizó uno de los primeros paisajes locales,
La quinta de Woodbine Parish (colección particular), representación de la residencia del cónsul británico sobre la barranca que permite un detalle del movimiento del río durante la guerra con el Brasil. La imagen de un gaucho y un esclavo labriego ubica esta obra dentro de la tradición de la representación de fincas rurales de la pintura europea. Hacia 1832 realizó la
Vista de Buenos Aires, de la que existen dos versiones (1). La catalogación del artista es por ahora reducida: cuatro paisajes urbanos y las referencias hemerográficas de un retrato.
La obra del MNBA en la bibliografía figura como perteneciente al Museo Histórico Nacional por su permanencia allí entre 1929 y 1994. Es probable que la restauración de 1963 ocasionara la pérdida de luminosidad observable en otra vista, tomada más sobre la playa, salida a remate, procedente de la colección Alzaga Unzué, en el año 2007 (2).
La pintura representa la ribera norte de la ciudad con la visión de los edificios del Fuerte, las cúpulas de las iglesias de la Merced, Catedral, San Francisco y la Catedral Anglicana de la calle 25 de mayo, ejemplo del neoclasicismo de Adams, activo más como arquitecto que como pintor. Entre los detalles costumbristas de la pintura sobresalen las lavanderas, la tropilla y los aguateros. En un segundo plano, el sistema de desembarco a la ciudad, carente de puerto, con botes y carretas para llegar a tierra. También destaca la presencia de símbolos patrios: banderas recortándose en el cielo y el escudo nacional en el carro aguatero.
En el patrimonio del MNBA se conserva otra vista de la ribera norte de la Alameda firmada por Carlos Pellegrini (inv. 3125) con semejanzas en la mirada a la ciudad y en los detalles costumbristas que la singularizan (3).
por Roberto Amigo
1— La que estuvo en la colección Jorge Pereda tiene la particularidad de la firma con el nombre en español: Ricardo Adams. Han sido datadas entre 1829 y 1834 (fecha de legajo, con el título de Puerto de Buenos Aires). La existencia del templo de disidentes elimina la posibilidad de 1829, ya que se abrió al culto en 1831. Véase: Guillermo H. Moores, Estampas y vistas de la ciudad de Buenos Aires 1599-1895. Buenos Aires, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, 1945.
2— Richard Adams, The city of Buenos Ayres, 1832, óleo sobre tela, 75 x 98 cm. Casa Saráchaga, subasta mayo de 2007, lote nº 222.
3— Para la observación de Pellegrini, véase: Graciela Silvestri, “Cuadros de la naturaleza. Descripciones científicas, literarias y visuales del paisaje rioplatense (1853-1890)”, Revista Theomai, Universidad Nacional de Quilmes, nº 3, 2001 (edición electrónica).
Bibliografía
1964. DEL CARRIL, Bonifacio y Aníbal Aguirre Saravia, Monumenta Iconographica. Paisajes, ciudades, tipos, usos y costumbres de la Argentina. Buenos Aires, Emecé, vol. 1, p. 48.
1982. DEL CARRIL, Bonifacio y Aníbal Aguirre Saravia, Iconografía de Buenos Aires. La ciudad de Garay hasta 1853. Buenos Aires, Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, p. 145, il. 196.
1984. RIBERA, Adolfo Luis, “La pintura” en: AA.VV., Historia general del arte en la Argentina. Buenos Aires, Academia Nacional de Bellas Artes, vol. 3, p. 145, reprod. color p. 149.
2005. LÓPEZ ANAYA, Jorge, Arte argentino. Cuatro siglos de historia (1600-2000). Buenos Aires, Emecé, 2005, p. 39.