Comentario sobre La victime (La víctima)
Léon Bonnat se trasladó de niño a Madrid, y en 1848 fue admitido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando donde recibió las lecciones de Federico de Madrazo. Las frecuentes visitas al Museo del Prado, donde entró en contacto con la pintura de Diego Velázquez y José de Ribera, fueron influencias fundamentales en su producción. En 1854, ya retornado en Francia, se incorporó en el taller de Léon Cogniet. Entre 1858 y 1861 se radicó en Roma con el objetivo de estudiar el arte del Renacimiento gracias a un subsidio otorgado por su ciudad natal (1). Durante las décadas siguientes Bonnat realizó nuevos viajes a Italia y los personajes de la vida popular peninsular se volvieron sujetos recurrentes en su pintura (2). En 1868, en compañía de Jean-Léon Gérôme emprendió un periplo por Oriente en el que visitó Egipto y Palestina. A su retorno, abordó temáticas orientalistas pero sin obtener el favor del público.
Fechada en 1870,
La victime fue realizada luego de la aventura orientalista de Bonnat. De hecho, la pintura propone una mirada exotista sobre esta campesina del Lazio meridional, tipo comúnmente conocido como
ciociara, que baja su rostro en sombras mientras toda la atención se concentra en los brillos preciosos del arete. La modelo y la pose son muy similares a los de
Italianne de 1872 conservada en el Musée Bonnat, Bayona (inv. 557), con la diferencia de que en esta última la
ciociara lleva un niño durmiendo sobre su pecho. Ubicándolas en fondos neutros o en sitios emblemáticos de Roma, Bonnat realizó toda una serie de paisanas vestidas con estos trajes que pueden ser interpretadas como reservorios de una armonía y una piedad perdidas en la civilización contemporánea.
La obra fue seguramente adquirida por la donante, María Jáuregui de Pradère, en la exposición organizada por Allard en el Salón Costa de Buenos Aires en 1909. En este contexto la revista
Athinae dio cuenta del cambio operado en la fortuna crítica de ese tipo de pintura a comienzos del siglo XX al afirmar: “la vieja escuela que abusó de los bituminosos fondos sombríos está representada por un Bonnat con un pequeño ‘Ciocciaro’ pintado como era tradicional costumbre, envuelto en la pálida luz del taller” (3).
por María Isabel Baldasarre
1— Léonce Bénédite, “Léon Bonnat (1833- 1922)”, Gazette des Beaux-Arts, Paris, vol. 7, nº 733, enero de 1923, p. 1-15.
2— AA.VV., Maestà di Roma. Da Napoleone all’Unità d’Italia. Da Ingres a Degas, gli artisti francesi a Roma. Roma, Electa, 2003, p. 397.
3— “Las exposiciones”, Athinae, Buenos Aires, a. 2, nº 9, mayo de 1909, p. 13.
Bibliografía
1934. “El legado de Doña María Jáuregui de Pradère”, Boletín del Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, a. 1, diciembre, p. 1.