Comentario sobre Plano de yeso
Plano de yeso es una escultura que señala el temprano pasaje de Girola desde el ordenamiento preciso y racional de su período concreto hacia una poética abierta a la libertad y a la indagación sobre los materiales y texturas. Integrante de la vanguardia concreta argentina de la inmediata posguerra, una vez que se disolvió la Asociación Arte Concreto- Invención, Girola expuso con el colectivo reunido por Aldo Pellegrini que se conoció como Grupo de Artistas Modernos de la Argentina, integrado por algunos artistas concretos y otros que trabajaban dentro de una abstracción libre. Mientras se sucedían las exposiciones de este grupo, Girola frecuentó el campo cultural chileno y, en 1956, decidió su definitiva radicación para trabajar en la Universidad Católica de Valparaíso.
En 1991 el mismo artista destacó ocho momentos en sus planteos espaciales, comenzados en la etapa de aprendizaje con la experimentación sobre el volumen-masa. Ese interés inicial progresivamente cedió primacía a las planimetrías en tres dimensiones, sobre las que se asentaron sus obras concretas, entre las que se destaca
Triangulación nº 5 del MNBA (inv. 7072). Luego, dominó lo direccional ya que la síntesis de las formas tendió a expresar los volúmenes solo a partir de sus aristas y direcciones. No obstante, los procesos de cambio continuaron hacia una abstracción y geometrización que comenzó a incluir la fracturación del volumen y la integración de los pedestales, hasta radicalizarse en algunos proyectos en los que Girola reconoció su voluntad de “erguir un vacío” y de poner en obra la “dispersión” (1).
El caso de
Plano de yeso se ubica en el momento de los ensayos que rehúyen el orden geométrico, dado que se trata de una pieza romboidal cuya regularidad se muestra afectada por el movimiento de los bordes y la ondulación en la cara anterior, mientras la posterior es plana y pulida. De un lado, la superficie de la obra subraya ligeras depresiones modeladas en el yeso, que parten desde el centro hacia los bordes. Solo en un caso la huella marcada en el modelado está acentuada por movimientos curvos que, a su vez, se repiten en dos curvas más pequeñas encargadas de guiar la lectura hacia las incisiones que atraviesan diagonalmente la cara posterior. Las cualidades de la materia y el énfasis puesto en el tratamiento del relieve despiertan sensaciones visuales y táctiles que, a pesar del planteo abstracto, llevaron a relacionar esta pieza con la forma de una “hoja”, tal como ha sido nombrada en algunas ocasiones.
En 1963 el MNBA realizó una exposición de esculturas de Girola junto a su hermano Enio Iommi, tras la cual el artista cedió el modelo original de
Plano de yeso, advirtiendo que se trataba de una pieza en estado provisorio porque había sido concebida a mediados de los años cincuenta para ser realizada en mármol. En 1964 Aldo Blarasin procedió a la reproducción en dicho material, según pedido y bajo la supervisión de Girola. Por esta razón se exhibió el original en yeso donado por el artista hasta el ingreso al patrimonio del MNBA de la obra definitiva, efectuado a través de una adquisición subsidiada por el Fondo Nacional de las Artes (2).
por Cristina Rossi
1— Cf. Claudio Girola, Exposición retrospectiva de Claudio Girola. Escultura y travesía 1940-1991. Santiago de Chile, Parque de las Esculturas, 1991.
2— En la exposición de 1961 se consignó: “Plancha de yeso Albastone, anverso tallado en forma de leves depresiones, reverso con dibujo grabado, alto 57 cm, 1957”, en 1963: “Plano de yeso con anverso tallado en forma de leves depresiones, reverso liso con dibujo grabado, alto 57 cm, 1957”. El catálogo razonado de la obra de Girola consigna bajo el número 81 una obra en yeso sin medidas y hoy destruida y una versión en yeso Albastone, registrada bajo el número 99 como La hoja, 1957 (66,7 x 53 x 2,2 cm) propiedad del MNBA. Véase: Arriagada; Brunson y Browne, 2007, p. 283, 285.
Bibliografía
2007. ARRIAGADA, Sylvia; Cecilia Brunson y Tomás Browne (ed.), Claudio Girola. Tres momentos de arte, invención y travesía 1923-1994. Santiago de Chile, Pontificia Universidad Católica, reprod. p. 283 y 285.