La catástrofe de la percepción
Minujín, Marta. 1983
Más Informaciónsobre la obra
Obra Maestra
Inventario 7792
Obra No Exhibida
Los objetos y las ambientaciones tuvieron amplia difusión en los años sesenta. En 1962 Marta Minujín expuso objetos ensamblados a pinturas. Ese mismo año, en París, comenzó a trabajar con telas de colchones en un tipo de esculturas textiles que utilizó poco después para construir estructuras habitables: ambientaciones que podían ser recorridas por el público (1). La participación quería ampliar los tradicionales conceptos de contemplación de la obra de arte. Participar proponía, de alguna manera, rehacer la propia experiencia del artista y así extender el campo vivencial del contemplador, ahora convertido en activo participante. Desalienar por medio del juego fue una idea siempre presente en la obra de Minujín desde aquellos años. Sus lúdicos colchones para mecerse y “vivir en arte” son paradigma del optimismo vitalista del pop argentino.
De regreso en Buenos Aires, presentó en el Premio Nacional Di Tella de 1964 Eróticos en technicolor, instalación de cuatro esculturas, y ¡Revuélquese y viva!, instalación recorrible que obtuvo el primer premio (2). En Eróticos en technicolor los distintos volúmenes blandos, orgánicos, se anudan, interpenetran, en alusión a dos cuerpos durante un acto sexual. La provocación del tema se veía intensificada en el título con la inclusión del término technicolor: como en las películas de entonces, el technicolor ofrecía fidelidad a la realidad (3). Minujín tomó el atractivo de ese reclame de la cultura popular cumpliendo, irónicamente, con una de las tradiciones más añejas del arte, la de ser reflejo de lo visible.
Cada escultura colgante, suspendida por medio de gruesos resortes, estaba realizada en tela de algodón pintada con témperas fluorescentes y rellena con gomaespuma. El motivo rayado sobre la tela imitaba –con una paleta mucho más vibrante– los estampados de los cotines de los colchones. Mecerse en estas esculturas rememoraba el rebote sobre un cotín, como se llama en lunfardo a la cama. En años de proclamación de liberación sexual, la incitación a “revolcarse y vivir” era una consigna provocadora también por el uso del lenguaje popular. Las citas al lunfardo, la jerga baja, el lenguaje del tango, se reiteran en la obra de Minujín. En 1965, realizó junto a Rubén Santantonín y un nutrido equipo de artistas La menesunda (4), una ambientación que toma su título del vocablo lunfardo que significa lío, desorden, mezcla. Todas cualidades que Minujín reconocía en la ciudad y la cultura urbana contemporánea. La obra fue muy popular y extensamente visitada. Proponía distintas situaciones que el participante debía experimentar. Entre ellas una sala tapizada en sus tres dimensiones con esculturas blandas que modificaban la percepción del cuerpo al caminar. Tal como el pop, definido como un arte de eterno presente (5), La menesunda fue la primera ambientación, a nivel mundial, que incorporó un circuito cerrado de televisión, transmitiendo en “vivo y en directo” lo que en ella ocurría.
1— La pieza del amor, junto al artista holandés Mark Brusse, atelier de los artistas en la rue Delambre, París, 1963.
2— Para la recepción internacional véase: Thomas Messer, The Emergent Decade. Latin American Painters and Painting in the 1960s. New York, Cornell University Press/Solomon R. Guggenheim Museum, 1966 y Damián Bayón, Aventura plástica de Hispanoamérica. Pintura, cinetismo, artes de la acción 1940-1972. México DF, FCE, 1974.
3— El technicolor fue una innovadora tecnología cinematográfica que permitió abandonar el blanco y negro y filmar los colores reales.
4— La menesunda de Marta Minujín y Rubén Santantonín con la colaboración de Pablo Suárez, David Lamelas, Rodolfo Prayón, Floreal Amor y Leopoldo Maler, tuvo lugar entre el 28 de mayo y el 6 de junio de 1965 en las salas del Centro de Artes Visuales del Instituto Torcuato Di Tella de la calle Florida.
5— Véase: Jorge Romero Brest, Relación y reflexión sobre el arte pop. Buenos Aires, Instituto Torcuato Di Tella, 1967, mimeo.
1969. ROMERO BREST, Jorge, El arte en la Argentina. Buenos Aires, Paidos, p. 72 (Colchones). 1979. SAFONS, Horacio, “La decada del 60” en: Gabriel Levinas (ed.), Arte argentino contemporáneo. Madrid, Ameris, p. 95 (Colchones).
1985. GLUSBERG, Jorge, Del pop art a la Nueva Imagen. Buenos Aires, Gaglianone, reprod. p. 321 (Matelas).
1997. LOPEZ ANAYA, Jorge, Historia del arte argentino. Buenos Aires, Emece, p. 295 (Eróticos en technicolor).
1999. GLUSBERG, Jorge, “Vivir en arte. Muestra antologica de Marta Minujin” en: Marta Minujín, cat. exp. Buenos Aires, MNBA, p. 17-18 (Colchones multicolores).
2003. LOPEZ ANAYA, Jorge, La vanguardia informalista. Buenos Aires 1957-1965. Informalismo, arte destructivo, arte cosa. Buenos Aires, Alberto Sendros, p. 79. — LOPEZ ANAYA, Jorge, Ritos de fin de siglo. Arte argentino y vanguardia internacional. Buenos Aires, Emece, p. 154.
2004. KATZENSTEIN, Ines (ed.), Listen, Here, Now! Argentine Art of the 1960s: Writings of the Avant-Garde. New York, The Museum of Modern Art, p. 343.
2005. LOPEZ ANAYA, Jorge, Arte argentino. Cuatro siglos de historia (1600-2000). Buenos Aires, Emece, p. 417, 421 (Eróticos en technicolor).
2006. GIMENEZ, Edgardo (ed.), Marta Minujín por Jorge Romero Brest. Buenos Aires, Edgardo Gimenez, reprod. color [s.p.]. — GIMENEZ, Edgardo (ed.), Jorge Romero Brest. La cultura como provocación. Buenos Aires, Edgardo Gimenez, reprod. color p. 231.
2007. KATZENSTEIN, Ines (ed.), Escritos de vanguardia. Arte argentino de los años 60. Buenos Aires, Fundacion Espigas, p. 352.
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