Arlequín
Pettoruti, Emilio. 1928
Más Informaciónsobre la obra
Obra Maestra
Inventario 8398
Obra No Exhibida
Al referir a la producción de Pompeyo Audivert –radicado en México entre 1942 y 1944– David Alfaro Siqueiros comentó que “hay en ella, como hechos extraordinarios, una sorprendente ‘policromía bi-color’, si cabe el término; un intenso factor poético, una poderosa escala monumental, cosmogónica en el paisaje; una elocuencia ideal de manifiesta precisión” (1).
Estos rasgos de su obra y manejo de los recursos gráficos que destacó el artista mexicano ya podían señalarse en la obra de Audivert de los años veinte, corpus en el que se inscribe Ciudad.
Impresión de gran tamaño respecto de los parámetros de la época en lo que refiere al grabado, es notable la puesta en juego en Ciudad de una cuidada organización formal y el equilibrio de los elementos compositivos. El contraste del registro del blanco y negro propio de la impresión en relieve es central como recurso expresivo en esta vista urbana desde un interior. La articulación de planos contrapuestos, reforzada por el tratamiento de los trazos sintéticos en líneas paralelas que crean una tensión dinámica de los espacios, da lugar a la vista de una mesa, ventanas, edificios.
El escenario urbano fue un tópico preeminente en la producción de muchos de los artistas de la tradición gráfica argentina del siglo XX, quienes propusieron distintas vistas de la calle en cuanto imagen privilegiada para la representación de una sensibilidad moderna. Particularmente, en este grabado se encuentran sintetizadas las búsquedas de Audivert de ese momento respecto del registro de distintos espacios de la urbe contemporánea: así, en Ciudad se condensan diversas representaciones por las que transitaba la obra del artista en esos tiempos, entre el exterior de Suburbio y el registro intimista de Interior.
Arribado a Buenos Aires en 1911, Pompeyo Audivert adoptó la ciudadanía argentina en 1927. Para ese momento, ya había realizado las seis xilografías que ilustraban el libro de poesías de JacoboFijman Molino rojo, proyecto en el que trabajó junto a su amigo y colega, también inmigrante, José Planas Casas, con quien por esos años compartía un taller en Buenos Aires (2).
Las ilustraciones de Audivert para el libro de Fijman ya presentaban una iconografía y composición formal asociables a Ciudad. La lectura contemporánea de Eduardo González Lanuza proponía una interpretación de la producción del artista pasible de vincularse a esta obra, cuando destacaba que sus imágenes eran “cuadros hacia adentro”: “En sus grabados hai cubismo, i del mejor, i expresionismo, i también del mejor. Porque él busca la representación de lo esencial, la estilización de las expresiones, i huye de lo superfluo, tan agobiador en el arte como en la vida, pero realiza esa la borde depuración únicamente mediante la habilísima disposición de los elementos exclusivamente plásticos. Así legitima la geometría de los ángulos rectos, forzándoles a expresar lo que él desea que expresen” (3).
Este enfoque moderno de la obra de Audivert cobraba visibilidad en el campo artístico de Buenos Aires signado por las renovaciones estéticas. Precisamente, a partir de la gestión y organización de Alfredo Guttero, el artista realizó una exposición individual en 1929 en la Asociación Amigos del Arte, una de las principales instituciones culturales modernizadoras del momento (4). Es muy probable que en esta instancia haya presentado Ciudad junto a su conocida serie del Vía Crucis, contemporánea en su realización y similar en términos de su resolución formal sintética.
1— David Alfaro Siqueiros, 1944.Reproducido en: Pompeyo Audivert. Grabados, cat. exp. Buenos Aires, Galería Müller, 1951, [s.p.].
2— Jacobo Fijman, Molino rojo. Buenos Aires, edición del autor, 1926.
3— E.[duardo] González Lanuza, “Los grabados de Audivert”, Áurea, Buenos Aires, a. 2, nº 14, julio de 1928, p. 21 y 2. Se respetó la ortografía del original.
4— “Alfredo Guttero al regresar al país y actuando como asesor de la Sociedad Amigos del Arte [sic], lo invita a realizar una exposición individual en aquella entidad.” Consignado por el propio Audivert en “Ubicación surrealista”, editado en ocasión de su exposición en el Club de la Estampa de Buenos Aires, septiembre de1967, [s.p.].
1976. Pompeyo Audivert. 50 años de grabado. Buenos Aires, Víctor Najmías Art Gallery International, reprod. [s.p.].
1977. MONZÓN, Hugo, “La colección Scheimberg en el Museo Nacional. Un valioso conjunto que enriquece el patrimonio cultural de la Nación”, La Opinión, Buenos Aires, sección Plástica, 1 de octubre.
1984. Tres artistas, un pueblo. Pompeyo Audivert, Juan Batlle Planas, José Planas Casas. Buenos Aires, Vermeer galería de arte, reprod. p. 6.
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