Ballesta
Dompé, Hernán. 1989
Más Informaciónsobre la obra
Inventario 9338
Obra No Exhibida
Hernán Dompé viajó a México y Perú junto a un grupo de arqueólogos en 1980. Su interés en el arte precolombino se centró tanto en las formas como en saber que ese arte partía de un sistema único de metáforas en las que ética, religión y estética eran indisolubles. Muchos artistas en los años 80 miraron hacia el arte originario del continente americano como inspiración y estímulo. La apropiación que el arte contemporáneo hizo de la prehistoria se produjo en el cruce entre colectivismo y conceptualismo, ha señalado Lucy Lippard (1).
En este sentido, Dompé comenzó a trabajar con los símbolos arcaicos provenientes del inconsciente colectivo (2). Su obra se nutrió del objeto encontrado –el azar propio del surrealismo– y de la intención consciente de encontrar propiedades semánticas en las formas. Como en el pensamiento salvaje, interpretó a la naturaleza como signos (3). En las antiguas religiones americanas, el tótem era un animal o vegetal venerado como ancestro de la comunidad; representaba el conocimiento del funcionamiento de las fuerzas naturales que el hombre buscaba entender y propiciar.
Los tótems de Dompé, en su enigmática presencia son –como los reales a los que cita– testigos de sabidurías que la ciencia no explica. Coronados por piedras, amordazados por tientos, estas figuras arquetípicas simbolizan los misterios del tiempo y la cultura inscriptos en la identidad del territorio.
Como un bricoleur, el artista se vale de elementos preexistentes: clavos, llaves, charnelas, cadenas, herrajes, a los que ensambla en una nueva sintaxis que el espectador se reconforta en descubrir. Dompé alude a un tiempo remoto en que el hombre tenía una mayor armonía con la naturaleza; su arte tiene un profundo mensaje ecologista.
1— Lucy R. Lippard, Overlay. New York, The New Press, 1983.
2— Véase: Albino Diéguez Videla, “Las esculturas de Hernán Dompé”, La Prensa, Buenos Aires, 6 de octubre de 1985; Aldo Galli, “Potencia y expresividad”, La Nación, Buenos Aires, 5 de octubre de 1985; Jorge López Anaya, “La fascinación de lo arcaico en la obra del escultor Hernán Dompé”, La Nación, Buenos Aires, 3 de enero de 1987; Bengt Oldenburg, “Mito y porvenir en las formas del escultor Hernán Dompé”, La Razón, Buenos Aires, 15 de noviembre de 1987, p. 26 y Jorge Glusberg, “La visión regionalista de Hernán Dompé” en: Hernán Dompé. Buenos Aires, Galería Jacques Martínez, 1987.
3— Claude Lévi-Strauss, El pensamiento salvaje. Buenos Aires, FCE, 2000.
1991. FÈVRE, Fermín, La obra escultórica de Hernán Dompé. Buenos Aires, Der Brücke Ediciones.
1999. HERRERA, María José, “Los años setenta y ochenta en el arte argentino. Entre la utopía, el silencio y la reconstrucción” en: José Emilio Burucúa (dir.), Nueva historia argentina. Arte, sociedad y política. Buenos Aires, Sudamericana, vol. 2, p. 165, reprod. color p. 166.
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