Comentario sobre Retrato de la señora Victoria Ocampo
Según Cruz Valdovinos, Carlos Brasas reproduce en su monografía sobre Anselmo Miguel Nieto un retrato de Victoria Ocampo casi idéntico al del MNBA, sin fechar, de factura apenas más abocetada que este y menor tamaño, hoy en España (1). Es probable que se trate de un estudio realizado para la obra del Museo, fechada en 1922, año en que el artista viajó a la Argentina invitado por el
marchand Justo Bou, que organizó una exposición de sus obras en Witcomb en mayo de 1923. El retrato de Ocampo figuró en el catálogo de esa exposición fuera de la venta (2), lo que indica probablemente que se trató de un encargo de la propia escritora, integrado a su colección apenas terminado. Si asumimos que la serie de retratos que Ocampo cosechó a lo largo de su vida siguió un derrotero paralelo al de su emancipación personal e intelectual, la elección de Miguel Nieto en esos tempranos años 20 es interesante en varios sentidos. En 1922 la escritora, separada de su marido Mónaco Estrada y alentada por su amante Julián Martínez, se encontraba terminando el manuscrito de su primer libro,
De Francesca a Beatrice.
Lejos iban quedando los retratos
plus mièvre que nature (3) de sus veinte años, obras de los franceses Helleu, Dagnan-Bouveret y Troubetzkoy, que la muestran enjoyada, emplumada y coqueta. Sin embargo, el desplazamiento hacia pintores españoles como Ramón de Zubiaurre o Miguel Nieto, paralelo a su conocimiento de Ortega y Gasset (que prologaría aquella primera obra en 1924), y simultáneo incluso al despertar ante el propio idioma (luego de recibir toda su educación en francés), no era todavía una ruptura definitiva –nunca concretada, por otro lado– con las expectativas de su clase. Miguel Nieto era, después de todo, “el pintor de la aristocracia española” (4); y aunque en su magnífico retrato de la célebre escritora la componga ya en posesión de una nueva seguridad en sí misma –menos arrogante, menos cargada de accesorios–, es aún la Victoria Ocampo seductora de los artistas “proustianos”, aquella que todavía debe recurrir a un atributo –el libro– para indicar sus gustos y ambiciones, aunque envuelta en terciopelo y sobre un fondo adamascado inequívocos sobre su condición de clase. Ocampo, a quien al parecer disgustaban sus primeros retratos (5), ofreció en donación la obra al Museo en 1944 junto a los otros dos que le hiciera Ramón de Zubiaurre (inv. 6591 y 6592). Se los aceptó “sin restricciones” aduciendo que carecían de la jerarquía que exige un museo nacional (6). Ella conservó, en cambio, el que le hiciera Figari,
Victoria en las rocas (1925), más acorde, seguramente, con la idea que de ahí en más quiso proyectar de sí misma, a la vez visionaria y capaz de enfrentar viento y marea.
por Julia Ariza
1— José Manuel Cruz Valdovinos, “Victoria Ocampo” en: Ciento veinte años de pintura española, cat. exp. Buenos Aires, MNBA, 1991, p. 162.
2— Según se deduce del ejemplar conservado en Fundación Espigas, Buenos Aires, en el que los precios de las obras se encuentran indicados en letra manuscrita.
3— La expresión es de la propia Ocampo, citada por Beatriz Sarlo, “Victoria Ocampo o el amor de la cita” en: La máquina cultural. Maestras, traductores y vanguardistas. Buenos Aires, Ariel, 1998, p. 104.
4— García Hernández, 1923.
5— Así lo admite en una carta a Mujica Láinez citada por Sarlo, op. cit., p. 102.
6— Se aclaró que “podrán ser consideradas buenos retratos en un sentido exclusivamente realista, pero ello no basta para justificar su ingreso a nuestras colecciones”. Legajo de la obra inv. 6590, MNBA.
Bibliografía
1923. Plus Ultra, Buenos Aires, a. 8, no 83, marzo, reprod. color portada (Senora Victoria Ocampo de Estrada). — GARCÍA HERNÁNDEZ, Manuel, “Anselmo Miguel Nieto. El pintor de la aristocracia espanola”, Plus Ultra, Buenos Aires, a. 8, no 85, mayo, reprod. byn [s.p.] (Senora Victoria Ocampo de Estrada).
1926. “Retratos de nuestras damas”, Plus Ultra, Buenos Aires, a. 11, no 122, junio, reprod. color [s.p.] (Senora Victoria Ocampo de Estrada).
1997. FERNÁNDEZ GARCÍA, Ana María, Catalogo de pintura espanola en Buenos Aires. Oviedo/Buenos Aires, Universidad de Oviedo/FFyL-UBA, no 434, p. 133, reprod. color p. 133.
2006. ARTUNDO, Patricia (org.), El arte espanol en la Argentina 1890-1960. Buenos Aires, Fundación Espigas, reprod. color p. 469.
2009. ARIZA, Julia, “Bellezas argentinas y femmes de lettres. Representaciones de la mujer en la revista ilustrada Plus Ultra (1916-1930)” en: Impresiones portenas. Imagen y palabra en la historia cultural de Buenos Aires. Buenos Aires, Edhasa, p. 102.