Introducción a la esperanza
Noé, Luis Felipe. 1963
Más Informaciónsobre la obra
Inventario 7069
Obra No Exhibida
La anarquía del año XX es una de las trece piezas que formaron la Serie Federal, que Noé expuso en la galería Bonino de Buenos Aires durante mayo de 1961, en la cuarta muestra de su trayectoria, comenzada apenas dos años antes. Esta serie es uno de los conjuntos que más prestigio le reportó en el momento de la exposición y después por sus relecturas de la historia. Tres meses más tarde se realizaría la exposición fundacional del grupo Nueva Figuración en la galería Peuser, Otra figuración.
Convocatoria a la barbarie, El general Quiroga va en coche al muere, Prólogo federal, Imagen agónica de Dorrego, Don Eusebio de la Santa Federación, El Tigre de los llanos (todos pertenecientes a colecciones privadas) fueron algunos de los otros títulos de la serie. Aunque se trata de la referencia a un período histórico puntual, a Noé no le interesaba testimoniar aquella etapa de la historia argentina de manera específica ni narrativa, sino tomarla simbólicamente como un signo de la historia del país desde su formación: la violencia.
Uno de los elementos de la conciencia creativa e intelectual de Noé ha sido su pasión histórica, en primer lugar referida a su país, y luego devenida pasión política, inseparable de su condición de artista. Por lo tanto, es muy difícil trazar el límite en el cual termina lo artístico y comienza lo histórico y viceversa. La preocupación por la identidad de un arte argentino y latinoamericano era ya un hecho en aquellos tempranos años, aunque no lo enunciase con toda su claridad aún.
El eje de su acción era el desarrollo de su pintura y su propia reflexión sobre ella, en ese momento con trasfondo existencial. Se caracterizaba por estar centrada en el concepto de “relación”, para lo cual, como él mismo escribió en el catálogo de su tercera exposición individual, que realizó en la galería Van Riel en 1960, “aprovecho la lección de expresión pura y sublimada que da el informalismo, pero dotando al cuadro de un elemento de apoyo, la figura”. Estas palabras describen la modalidad artística que llevó a cabo en cada uno de los cuadros de la serie.
Más adelante Noé explicaría que en estos cuadros se daba una relación “por fusión”. A través del método informalista las figuras quedaban como esbozadas, la intención era que se adivinaran cuerpos, rostros y también direcciones encontradas como las que podría dar una lucha armada, pero finalmente lo que primaba era una “atmósfera” común que envolvía la escena.
El dinamismo creativo de Noé lo había conducido con esta serie a las posibilidades formales que en ese momento él concebía como las más extremas y arriesgadas con respecto a la tradición, aunque en menos de un año el artista gestaría una ruptura pictórica todavía más radical. Hugo Parpagnoli, quien escribió la presentación en el catálogo, citó a Noé: “Hay que invocar a los demonios, el federalismo los invocó. Yo quiero hacer otro tanto con mi obra”. La primera parte de esta alocución se refiere al hecho de extremar un espíritu vanguardista a través de una dinámica pasional expresada por medio de un manejo de la materia innovador y común a varios artistas de la escena artística porteña, como Alberto Greco, Ernesto Deira y Kenneth Kemble. Pero al tono vanguardista Noé agregaba el tono político y señalaba una dirección que fue creciendo a lo largo de la década.
1988. CASANEGRA, Mercedes, Noé. El color y las artes plásticas. Buenos Aires, Alba, p. 32 y reprod. color p. 31.
Un vasto panorama de arte argentino, con obras de sus mayores representantes
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