
Estudio para Emma traviesa
Distéfano, Juan Carlos. 2014-2015
Más Informaciónsobre la obra
Obra Maestra
Inventario 8010
Obra No Exhibida
En mayo de 1973, Juan Carlos Distéfano aplicaba las últimas capas de pintura epoxi en El mudo II (1), una obra que con el tiempo se entendería como clave en su trayectoria artística. Se cerraba un proceso que había comenzado en 1972 cuando realizó los primeros bocetos de la obra (2). Aquel año, Distéfano, impactado por las primeras denuncias de tortura y desaparición que comenzaron a circular en el país, también había realizado Figura acostada o Procedimiento. Fue a través de esos conflictos sociales que el artista se compenetró en la búsqueda de imágenes elocuentes en las que plasmar el pathos de la violencia. En esta línea de inquietudes El mudo II se sitúa como testimonio categórico de la realidad social que lo vio surgir.
La potencia visual de la obra no pasó desapercibida ante quienes la vieron en el taller apenas terminada. Hugo Monzón, crítico del diario La Opinión, no dudó en describir las nuevas búsquedas de Distéfano como “testimonios ásperos, elocuentes y herméticos a un tiempo”. También Daniel Martínez, jefe del área técnica del MNBA, visitó su taller e interesó en la obra a Samuel Oliver, quien como director sugirió a la Asociación Amigos del MNBA comprarla para el Museo (3). En 1974, El mudo II fue ubicada en las salas del primer piso del Museo donde, evadiendo la censura imperante, transitó inadvertida, y a la vez persistentemente, el período de la última dictadura militar.
Si bien el cuerpo humano y los diversos conflictos del hombre signan toda la producción plástica de Distéfano, a partir de los años setenta su obra dio un giro tanto expresivo como formal. Los volúmenes, uno de los principales intereses del artista, con los que experimentaba en sus pinturas, se independizaron del plano, lo que trajo como consecuencia el desplazamiento de sus inquietudes desde lo pictórico hacia la escultura. Con imágenes despojadas de los recursos irónicos y paródicos que habían caracterizado las pinturas del período anterior, surgió el cuerpo humano vinculado a experiencias traumáticas. Cuerpos violentados y torturados, imposibilitados de moverse, de decir, de vivir, serían de allí en más el tema central de su poética.
A través de una posición anatómica imposible, en El mudo II una figura humana de tamaño apenas mayor que el natural se presenta en una situación de inmovilidad absoluta. La escena hace referencia directa a un método de tortura conocido como “submarino”. Se trata de una obra cargada de referencias violentas cuyo resultado visual no está exento de belleza.
La experimentación con el material es otro de los ejes sobre los que Distéfano indaga continuamente. Desde los primeros setenta, el uso del poliéster resultó fundamental para su trabajo por el modo novedoso en que logró incorporar el color a su obra y por el alto grado de expresividad alcanzada en el tratamiento de las formas, por ejemplo en la alternancia de volúmenes positivos y negativos que se dan en esta pieza. Asimismo, la transparencia del poliéster enfatiza un elemento fundamental: el agua, en movimiento producto de la acción de sacar la cabeza del balde, y volcada en la base, dando la idea de una acción en transcurso que contrasta con la imagen de la figura inmóvil.
La potencia expresiva de El mudo II reside en la manera en que el artista logró sintetizar y vincular aspectos formales y narrativos conjugando en una misma obra su postura ética y estética.
1— La primera versión, El Mudo I (1973, colección privada) fue realizada en menor tamaño.
2— Dos de esos bocetos, realizados en grafito sobre papel, también forman parte de la colección del MNBA (inv. 8011 e inv. 8012).
3— Probablemente, la visita de Martínez tuvo como objetivo la muestra organizada en Niza en junio de aquel año y para la cual el artista realizó un envío que incluía todas sus esculturas recientes.
1973. MONZÓN, Hugo, “Para Distéfano, el objeto plástico debe ser un factor de conocimiento”, La Opinión, Buenos Aires, 2 de mayo, p. 16.
1976. Revista Bosch, Buenos Aires, a. 1, nº 5, reprod. contratapa.
1979. MONZÓN, Hugo, “Juan Carlos Distéfano” en: Gabriel Levinas (ed.), Arte argentino contemporáneo. Madrid, Ameris, p. 150.
1981. PÉREZ, Elba, Distéfano. Escultores argentinos del siglo XX. Buenos Aires, CEAL, nº 80, p. 5, reprod. color nº 3.
1991. PÉREZ, Elba, Distéfano. Buenos Aires, Banco Tornquist-Crédit Lyonnais, p. 23-25, reprod. color p. 76-77.
2005. LÓPEZ ANAYA, Jorge, Arte argentino. Cuatro siglos de historia (1600-2000). Buenos Aires, Emecé, p. 408, reprod. color p. 409.
2009. MARCHESI, Mariana, “Cuerpos des-hechos. Destrucción y reconstrucción del cuerpo en la plástica argentina de los 70” en: AA.VV., XXX Coloquio Internacional de Historia del Arte. Estéticas del des(h)echo. México DF, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM.
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