Comentario sobre Juego interrumpido (II versión)
Una primera versión de esta obra fue realizada por el artista en 1973. La intención de esta reelaboración fue realizar un ejercicio plástico donde la escena, sin dejar de ser central, se ubicara en un espacio más abierto. A diferencia de la primera, el estilo divisionista presente en el tratamiento del fondo con césped puntillista deja la escena –de trazo más cargado– vibrando en el espacio (1). La superficie irregular del papel artesanal utilizado como soporte ayuda a enfatizar este efecto. Desde principios de los años setenta, Guillermo Roux experimentó un fuerte acercamiento al tema de la infancia volcando en sus cuadros recuerdos tangibles de su niñez a través de objetos cotidianos fragmentados y destellos de situaciones vividas. También el uso de la acuarela significó un retorno al pasado al recuperar la primera técnica que de niño le enseñó su padre, el ilustrador Raúl Roux. En ambas versiones el artista evoca un sillón de jardín, objeto de su infancia que, según su propio testimonio, siempre lo impresionó como grandes fauces de temible dentadura. Lo siniestro y la animación de los objetos asociados al mundo infantil son un tema central del psicoanálisis. En este universo, cuerpos inertes cobran vida y se transforman en terroríficos: el niño devorado por fauces que muerden como una máquina trituradora, generando a su vez una atmósfera de extrañamiento cercana al surrealismo onírico. Si bien Roux ha manifestado en distintas ocasiones que no fue su intención consciente plasmar el convulsionado momento histórico en que realizó esta obra (2), desde el presente no podemos dejar de asociar los cuerpos fragmentados y mutilados en atmósferas enrarecidas como metáforas de la violencia. El juego interrumpido como el fin de la inocencia y el advenimiento de tiempos temibles y adversos.
por Mariana Marchesi
1— Un marcado interés por la técnica se traduce en la gran cantidad de tiempo que el artista ha dedicado a estudiar y perfeccionarse en las distintas técnicas y estilos de todas las épocas.
2— La última dictadura militar argentina comenzó en 1976, año en que Roux decide reelaborar la pintura
Bibliografía
1982. OAVI, Giorgio, Il sogno continua. Milano, Rizzoli, reprod. color p. 124.
1983. FEINSILBER, Jorge, “Adquirio el Museo Nacional de Bellas Artes una acuarela de Guillermo Roux”, Ámbito Financiero, Buenos Aires, 23 de marzo.
1984. REY, Jean Dominique, Guillermo Roux. New York, Rizzoli, reprod. color p. 59.