Comentario sobre El conventillo (El velorio)
Uno de los principales aspectos de la tradición de la obra gráfica es su difusión de imágenes sociales; en este sentido, Guillermo Facio Hebequer materializó sus registros de hombres y niños humildes, madres en lucha y manifestaciones proletarias preeminentemente a través de técnicas de grabado. Debido a su inherente posibilidad de multiplicación, los aguafuertes o las litografías facilitaron la llegada de su producción a un público popular, objetivo que Facio Hebequer sostuvo durante las primeras décadas del siglo XX junto a sus compañeros de la agrupación Artistas del Pueblo (José Arato, Adolfo Bellocq, Agustín Riganelli, Abraham Vigo), uno de los principales núcleos vinculados a la práctica del grabado social en la Argentina (1).
En los primeros años treinta, el artista realizó varias series de litografías y dibujos donde representó las difíciles condiciones de vida de la clase obrera y los desposeídos (2). Estas series, entre las que se encuentran
La mala vida,
Apuntes de la calle y
El conventillo, se sitúan dentro de la “tercer época” de su obra, según la clasificación establecida al momento de la organización de su exposición póstuma, en julio de 1935. Esta obra, conocida como
El velorio o
Velorio, es parte de la serie
El conventillo, que consta de veintidós obras, entre litografías y grabados al barniz blando. Las imágenes que integran la serie oscilan entre los apuntes y las composiciones más acabadas de escenas y personas que habitaban ese tipo de viviendas humildes: “pibes”, “viejas”, “madres” y “abuelos” fueron representados por el artista en su condición de desvalidos o marginados socialmente. En
El velorio, Facio Hebequer presenta una escena de conjunto de mujeres dolientes, agrupadas en forma apretada, reconcentrada, en el interior de una habitación; la idea del dolor que atraviesan las figuras en esa particular circunstancia aparece reforzada por el recurso del contraluz que las sume en la penumbra. La imagen de pesadumbre que recorre este período de la obra de Facio Hebequer mutará en sus últimas imágenes, trocando el registro de denuncia de la marginalidad y la indigencia por un progresivo protagonismo del obrero en actitud combativa, como en las sagas litográficas
Tu historia compañero o
Bandera roja. Fue en esos tiempos cuando Facio Hebequer sale a “la calle verdadera” (3), sosteniendo diversas intervenciones por fuera del sistema artístico institucional, como el dictado de conferencias sobre temas de arte social y la organización de exposiciones en locales obreros y bibliotecas populares, junto a la realización de muestras en plazas y fábricas. Sin embargo, la posición anti-institucional no fue sostenida por Facio Hebequer de forma monolítica, ya que si en sus últimos años –cuando realizó sus obras de tono más combativo en términos de militancia política– cuestionó el rol de las instituciones oficiales y buscó espacios alternativos para la difusión de su obra, tampoco descartó su participación en algunas actividades del circuito artístico más convencional. Por ejemplo, en 1933 formó parte –junto con Adolfo Bellocq, Abraham Vigo, Mario Canale y Abel Chaneton– de la comisión organizadora del Primer Salón Municipal de Grabado, llevado a cabo en el Honorable Concejo Deliberante, institución que por esos tiempos estudiaba el proyecto para la conformación del Museo Municipal de Bellas Artes. A la vez, fue luego de su participación en el Primer Salón anual de Grabado en el MNBA, en 1931, que brindó su aval a la adquisición de esta estampa de
El velorio para integrar el creciente patrimonio del Museo (4).
por Silvia Dolinko
1— Miguel Ángel Muñoz, “Los artistas del pueblo: anarquismo y sindicalismo revolucionario en las artes plásticas”, Causas y azares, Buenos Aires, nº 5, otoño de 1997, p. 118-130.
2— Alberto H. Collazo, Facio Hebequer. Grabadores argentinos del siglo XX. Buenos Aires, CEAL, 1981, nº 84 (serie complementaria nº 4).
3— Guillermo Facio Hebequer, “Autobiografía”, reproducida en: G. Facio Hebequer. Exposición retrospectiva 1914- 1935, cat. exp. Buenos Aires, Honorable Concejo Deliberante, 1935, p. 4.
4— El legajo documental de la obra (1305/2793, folio 3) incluye una esquela manuscrita por el artista dirigida a Atilio M. Chiappori, donde sostiene: “en respuesta a su comunicación fecha 21 de cte. referente a la adquisición de mi litografía ‘El conventillo’ en $250 m/n, me es grato darle la conformidad que solicita. Para las formalidades ulteriores que hubiere que llevar, delego plenos poderes en la portadora, que es mi señora; se cumplirá así una vez más la maldición bíblica: el hombre trabaja y la mujer cobra. Suyo muy atte. Facio Hebequer”.
Bibliografía
1974. MONZÓN, Hugo, “Calendario: 8 de febrero de 1899. Nace Facio Hebequer, quien ejerció la pintura como una forma de la militancia social durante la década del 20”, La Opinión, Buenos Aires, 8 de febrero, reprod. p. 19.
2006. FRANK, Patrick, Los Artistas del Pueblo: Prints and Workers’ Culture in Buenos Aires, 1917-1935. Albuquerque, University of New Mexico Press, p. 122-123, 196, fig. 44.
2008. FLORES, Nelly A., “Arte social: la marginalidad urbana en la serie El conventillo de Guillermo Facio Hebequer” en: Premio Bienal MNBA/Susana Barón para el estudio de la historia del arte argentino. Buenos Aires, MNBA, p. 43-73, reprod. p. 65.