Retrato de Martín Boneo

Comentario sobre Retrato de Martín Boneo

Antonio Ciseri nació en la localidad suiza de Ronco sopra Ascona, Lucarno, en el cantón del Ticino.1 Fue criado en el seno de una familia que tenía un taller de pintura de ornato. En 1833, ya estaba instalado en Florencia y, en 1877, obtuvo la ciudadanía italiana.

Se formó en la Academia de Bellas Artes de la ciudad toscana, donde posteriormente integró el plantel de sus profesores más afamados, e incluso fue director de la institución entre 1874 y 1875.

El inventario2 del archivo documental del pintor revela que produjo varios retratos para comitentes de Buenos Aires. Los encargos se concretaban algunas veces a partir de fotografías (“cartas de visita”, por ejemplo); otras, a través de la pose del natural de aquellos que visitaban su taller de la via delle Belle Donne, en Florencia.

Es de destacar que ese vínculo con Buenos Aires se dio también por su rol como docente, ya que Ciseri fue maestro de los artistas argentinos Martín Boneo, Mariano Agrelo, Claudio Lastra y Ángel Della Valle, y del uruguayo Juan Manuel Blanes. Además de enseñar en la Academia de Bellas Artes, desde 1849 Ciseri instaló su propio taller, la scuola libera, donde recibió a alumnos de distintas procedencias. En el atelier de Ciseri, tenían cabida tanto la enseñanza como el intercambio permanente entre estudiantes y profesor, por lo que este espacio se transformó en un ambiente de sociabilidad y de camaradería.

Si bien en pintura trabajó los temas históricos y los religiosos para numerosas iglesias,3 se destacó también en el retrato, género en el que tuvo una producción fecunda. Considerado el representante del “retrato oficial o celebrativo”,4 su éxito se debía a la calidad de su dibujo, la observación minuciosa de los detalles y, en especial, el estudio de la psicología de los personajes.

Además de llevar a la tela a los protagonistas del ambiente cultural y político de Italia, Ciseri pintó a algunos artistas de su época. Para 1860 la Gallerie degli Uffizi poseía una sala dedicada a exhibir al menos 350 retratos de pintores y escultores destacados en la historia del arte.5Ciseri había hecho su autorretrato y el del escultor Giovanni Dupré para integrar esa serie.

No es excepcional entonces que, en septiembre de 1863, ejecutase el retrato de Martín Boneo. El joven pintor había viajado a Italia, y ya en 1858,6 junto con Mariano Agrelo, estaba en Florencia. Allí fue alumno de Ciseri durante los años en que el maestro se iba consolidando en el ambiente artístico florentino.

Si bien las circunstancias en que el italiano realizó esta pieza son desconocidas, se sabe que también Lastra y Agrelo fueron retratados por Ciseri, quien les obsequió los cuadros antes de que regresaran a Buenos Aires.7 Probablemente, estos no fueron encargos, sino un regalo del maestro como recuerdo de sus etapas de aprendizaje, y que, en definitiva, mostraban los vínculos afectivos generados entre él y sus discípulos.

Tanto Boneo como Agrelo y Lastra fueron los primeros becarios en viajar a estudiar a Europa, tarea que facilitó Bartolomé Mitre al otorgar los subsidios para jóvenes con aspiraciones artísticas. La estancia de Agrelo y Boneo en el Viejo Continente se prolongó hasta 1866,8 mientras que Lastra regresó antes a Buenos Aires, en 1863.

La obra tratada aquí, pintada por Ciseri, pone el foco en la mirada del joven. La figura se adelanta sobre un fondo neutro, particularidad que tenían los retratos del italiano. Laura Malosetti Costa plantea la posibilidad de que hubiese un lazo entre esta pieza y la Cabeza de hombre,9 que el mismo Boneo había compuesto en 1858, dado el cierto parecido entre ambos personajes.

Se conocen algunos datos sobre este óleo de Ciseri que hoy pertenece al Museo Nacional de Bellas Artes.10 En 1924, el hijo de Boneo donó al Museo Histórico Nacional una fotografía de la obra, lo que permitió saber de su existencia. También José León Pagano estaba al tanto de su producción y, de hecho, hizo referencia a este cuadro en su libro El arte de los argentinos.11

El retrato de Boneo, donado recientemente al Museo, era parte de una colección privada, la del doctor Raúl Schultz, integrada por obras que el médico heredó de sus tíos, Frida Schultz y Juan Mantovani, y por aquellas que él mismo compró a artistas argentinos. Desconocemos, por el momento, cómo accedió el coleccionista a esta pintura en particular.

1 Ettore Spalletti, “Ciseri, Antonio”, Dizionario Biografico degli Italiani, vol. 26, Treccani, 1982. Disponible en: https://www.treccani.it/enciclopedia/antonio-ciseri_%28Dizionario-Biografico%29/.

Véase también “Ciseri, Antonio”. Archivio Storico Artisti Lucchesi. Fondazione Centro Studi sull’Arte Licia e Carlo Ludovico Ragghianti. Disponible en: http://artistilucchesi.fondazioneragghianti.it/artisti_dettaglio.php?id_artista=133

2 Ettore Spalletti, “Per Antonio Ciseri. Un regesto antologico di documenti dall'archivio dell'artista”, Annali della Scuola Normale Superiore di Pisa. Estratto. Classe di Lettere e Filosofia, Serie III, vol. 2, Scuola Normale Superiore, Pisa, 1975, pp. 563-778.

3 Ejemplos son la pintura Martirio dei Maccabei (1852-1863), que se encuentra en la Iglesia de Santa Felicita de Florencia, y Trasporto di Cristo al Sepolcro (1864-1870), conservada en la Madonna del Sasso di Orselina.

4 Carlo Sisi, Palacio Pitti. Galería de arte moderno, Livorno, Sillabe, 1999, p. 26.

5 Sergio Casprini, Firenze in tasca. Una gita di piacere alla Capitale (1867). Guida económico pratica, Florencia, Apice Libri, 2014, p. 58. Algunos de los retratos que formaban parte de esta colección fueron los de Alma Tadema, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Rembrandt van Rijn, Rafael Sanzio, Pierre Puvis de Chavannes, Diego Velázquez y Antonio Ciseri.

6 Patricia Corsani, “Martín León Boneo”, en Ángel M. Navarro (cur.), 120 años de bellas artes. Obras fundacionales de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes [cat. exp.], Buenos Aires, Museo Nacional de Bellas Artes, 2016, pp. 90-91.

7 Laura Malosetti Costa, “Retratos entre Europa y América: los artistas latinoamericanos en Florencia a fines del siglo XIX”. Trabajo presentado en el X Seminário do Museu D. João VI / Grupo Entresséculos: O Artista em Representação y VI Colóquio Coleções de Arte em Portugal e Brasil nos Séculos XIX e XX: Coleções de Artistas, Río de Janeiro, 2019. En prensa.

8 Ibíd.

9Inventario n° 5808, colección Museo Nacional de Bellas Artes.

10 Una fotografía de esta pintura, de la colección del Museo Histórico Nacional, fue donada por el hijo de Martín Boneo, según relata Laura Malosetti Costa en “Retratos entre Europa y América: los artistas latinoamericanos en Florencia a fines del siglo XIX”, op. cit.

11 José León Pagano, El arte de los argentinos, Buenos Aires, Gouncourt, 1981, p. 65.

Bibliografía

1889. DE GUBERNATIS, Angelo, Dizionario degli artisti italiani viventi. Pittori, scultori e architetti, Florencia, Tipi dei Successori Le Monnier, pp. 127-128.

1975. SPALLETTI, Ettore, “Per Antonio Ciseri. Un regesto antologico di documenti dall'archivio dell'artista”, Annali della Scuola Normale Superiore di Pisa, Estratto. Classe di Lettere e Filosofia, Serie III, vol. 2, Scuola Normale Superiore, Pisa, pp. 563-778.

1981. PAGANO, José León, El arte de los argentinos, Buenos Aires, Gouncourt.

1999. SISI, Carlo, Palacio Pitti. Galería de arte moderno, Livorno, Sillabe.

2002. SCHUBIGER-SERANDREI, Letizia, “Ciseri, Antonio”, Dizionario storico della Svizzera (DSS) [versione del 06.12.2002]. Disponible en: https://hls-dhs-dss.ch/it/articles/021880/2002-12-06/

2019. MALOSETTI COSTA, Laura, “Retratos entre Europa y América: los artistas latinoamericanos en Florencia a fines del siglo XIX”. Trabajo presentado en el X Seminário do Museu D. João VI / Grupo Entresséculos: O Artista em Representação y VI Colóquio Coleções de Arte em Portugal e Brasil nos Séculos XIX e XX: Coleções de Artistas, Río de Janeiro. En prensa.