
Chica inglesa
Anglada Camarasa, Hermenegildo.
Más Informaciónsobre la obra
Obra Maestra
Inventario 2637
Obra Exhibida
Sala 21. Arte argentino siglo XIX
Anglada Camarasa desarrolló su actividad hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX, vinculado con el simbolismo y el modernismo catalán; acorde con estas tendencias, evidenció en sus obras aspectos de la sociedad moderna y decadente. La atmósfera nocturna de los cafés, los teatros y los bulevares fueron inspiración de su primera estancia parisina. En ese momento perfiló su estilo, la iridiscencia de la luz eléctrica se sumó al intenso colorido, los densos empastes y la línea en arabesco, tratamiento preciosista próximo a lo decorativo.
Realizó sus primeros estudios en la Academia de Bellas Artes de Barcelona y con Tomás Moragas quien le transmitió el gusto por el orientalismo. Se instaló en París en 1897, donde completó su formación artística en las academias Colarossi y Julian. Allí tuvo como compañeros a los artistas del grupo nabi: Maurice Denis, Pierre Bonnard y Édouard Vuillard.
Los ópalos se ubica al final del primer período parisino. Fontbona y Miralles consignan una versión anterior a través de una antigua fotografía del Museo Anglada (Pollensa), pero no se sabe con seguridad cuál de las versiones participó del Salón de Otoño de París de 1906 (1). Asimismo datan la obra de Buenos Aires hacia 1904 (2). Como señala José M. Cruz Valdovinos (3), el título de este óleo alude a las características del mineral silíceo, traslúcido u opaco y de colores diversos, y da relevancia al valor plástico, no referencial, de la luz.
En Los ópalos Anglada dispuso un grupo de sensuales y exquisitas mujeres una junto a otra, como en un friso, con especial énfasis en el tratamiento de los colores: los blancos, violetas y rosados de las figuras resaltan sobre los verdes y azules del fondo. El carácter decorativo se manifiesta en los gestos cursivos de las figuras ondulantes y sinuosas, trabajadas con pinceladas amplias y cargadas de materia. Son misteriosas mujeres con profundas ojeras que encarnan el hastío de fin de siglo.
Esta tela formó parte del conjunto de obras de Anglada Camarasa que integró la representación española en la Exposición Internacional de Arte del Centenario en Buenos Aires, en 1910. Se exhibieron en la sección internacional, no sin despertar ciertas controversias por parte de algunos organizadores. Dos de las piezas expuestas, La espera (inv. 2636) y Chica inglesa (inv. 2635), fueron compradas por la Comisión Nacional de Bellas Artes por un monto elevadísimo para la época, convirtiéndose en las piezas más costosas de la muestra (4). La participación en esta exposición le valió a Anglada la gran medalla de honor.
Los ópalos ingresó al Museo en 1914, y fue adquirida a Julio Vila y Prades por la Comisión Nacional de Bellas Artes en $6.818. Según Ana María Fernández García, anteriormente había pertenecido al marchand español José Artal, suegro de Vila y Prades (5).
La figura femenina fue un motivo reiterado a lo largo de la producción de Anglada, desde las lánguidas y enigmáticas mujeres de la primera etapa parisina a las contundentes figuras de los tipos regionales. Valencianas, madrileñas, granadinas o malagueñas, de pie o recostadas, aparecieron hacia 1904, para imponerse desde 1911.
En estos casos Anglada utilizó telas de gran de formato donde pintó, en general, una sola figura femenina. Las mujeres aparecen de cuerpo entero, sobre un fondo de color con elementos vegetales, ataviadas con suntuosos vestidos y mantones de variados colores, sosteniendo a veces flores, peinetas o abanicos.
Su paso por Valencia en 1904 y su encuentro con el músico Eduardo López Chavarri desencadenaron un cambio temático: centró su interés en las gitanas y las escenas valencianas, con referencias folklóricas. Los trajes típicos fueron la excusa para trabajar el color y sus contrastes. El manifiesto decorativismo de estas obras hizo que fueran apreciadas por los artistas rusos establecidos en París, y que no pasaran desapercibidas para Sergei Diaghilev, director de los Ballets Russes.
Valenciana entre dos luces responde a este momento. En un ambiente de luz artificial el intenso contraste de blancos y azulesvioláceos, de luces y sombras, guía la mirada desde la colorida falda al rostro ojeroso en semipenumbra. Curiosamente este mismo personaje aparece en otro óleo de gran formato, Valencia (colección H.A.C. de la Fundación La Caixa).
El Museo posee un conjunto de nueve obras del pintor catalán. Valenciana entre dos luces fue adquirida por Alfredo González Garaño en 1910 en la Exposición Internacional de Arte del Centenario. González Garaño y su señora, María Teresa Ayerza, pertenecían al círculo de argentinos próximos a Anglada, y en las primeras décadas del siglo adquirieron varias obras del maestro catalán para su ecléctica colección (6).
Al declararse la Primera Guerra, Anglada se estableció en Pollensa, en esta etapa el paisaje fue el motivo de sus óleos. Alternó su trabajo como pintor con el dictado de clases de pintura y entre sus alumnos se destacó un grupo de argentinos, algunos de los cuales formaron la llamada “escuela pollensina”: Tito Cittadini, Gregorio López Naguil y Rodolfo Franco.
1— Fontbona, 1981, p. 63, reprod. p. 134.
2— Fontbona, 1981, p. 248.
3— Ciento veinte años de pintura española, cat. exp. Buenos Aires, MNBA, 1991, p. 144.
4— Baldasarre, 2006, p. 225.
5— Fernández García, 1996, p. 21.
6— Valenciana entre dos luces (inv. 9219), La chula o Sevillana (inv. 9220), Gitana con niño (inv. 9221), Paisaje de Mallorca (inv. 9222) y el Retrato de Marieta Ayerza de González Garaño (inv. 9223).
1908. LEBLOND, M. A., “Hermen Anglada”, L’Art et les artistes, Paris, vol. 5, abril-septiembre, p. 213-218.
1911. “Exposiciones de arte”, La Ilustración Sud-Americana, Buenos Aires, a. 19, nº 445, 15 de julio, p. 204, reprod. — “Notas de arte. XX exposición de pintura española”, Sarmiento, Buenos Aires, 13 de julio.
1916. “La estética de Anglada Camarasa. Exposición de sus obras”, La Prensa, Buenos Aires, 18 de octubre, reprod.
1929. HARRIS, H. S., The Art of Hermen Anglada Camarasa: A Study in Modern Art. London, reprod.
1945. “Cumple cincuenta años el Museo Nacional de Bellas Artes”, El Pueblo, Buenos Aires, 15 de julio.
1947. LARCO, Jorge, “La exposición de arte español contemporáneo”, Lyra, Buenos Aires, nº 49-50, septiembre-octubre. — LARCO, Jorge, La pintura en España (siglos XIX y XX). Buenos Aires, Futuro, p. 53.
1976. TORREL BORDERIAUX, F., “Anglada Camarasa en París”, Estudios Pro Arte, Barcelona, nº 6, abril-junio, p. 6-21, reprod.
1980. SAMBRICIO, C.; C. Rivera-Echegaray et al., Historia del arte hispánico. El siglo XX. Madrid, Alhambra, vol. 4, p. 256, reprod. p. 313.
1981. FONTBONA, F. y F. Miralles, Anglada Camarasa. Barcelona, Polígrafa, p. 64, il. 135, nº B 124, p. 248. — FERNÁNDEZ GARCÍA, Ana María, Catálogo de pintura española en Buenos Aires. Oviedo/Buenos Aires, Universidad de Oviedo/FFyL-UBA, nº 33, p. 21, reprod. p. 22.
2001. ROSSI, Jorge, España y la Argentina. Presencia viva. Buenos Aires, edición del autor, p. 54.
2006. ARTUNDO, Patricia M. (org.), El arte español en la Argentina 1890-1960. Buenos Aires, Fundación Espigas, reprod. color p. 441. — BALDASARRE, María Isabel, Los dueños del arte. Coleccionismo y consumo cultural en Buenos Aires. Buenos Aires, Edhasa, 2006, p. 223, reprod. color nº 75.
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