Comentario sobre La confesión de Antígona
Para
La confesión de Antígona el escultor se basó en la tragedia griega
Antígona, de Sófocles, sin atenerse a una lectura o representación canónica. El resultado produjo cierta confusión en el público de su tiempo, ya que una obra de asunto pagano evidenciaba –según decían– un alto grado de familiaridad con motivos netamente cristianos. No obstante, hubo quienes leyeron en otra clave el sincretismo propuesto por Lagos, subrayando que el verdadero tema de la obra era el
dolor –inexorable, teniendo en cuenta el secreto trágico que Antígona comparte con su hermana Ismene–. Mediante la elección de grandes planos, el escultor logró exaltar el dolor de la carne como materialización del dolor del alma, pero sin caer en la exacerbación o en la desmesura. Asimismo, se evidencia una relación de proporción entre los volúmenes escultóricos que da como resultado la armonía que caracterizó la producción de Lagos. Esta obra fue donada al museo por los descendientes de Florencia Tornquist de Castex, en 1964.
por Área de Investigación del MNBA