Comentario sobre Pintura 144
Graduado como arquitecto, Ocampo viajó a Europa para recorrer ciudades y museos. A diferencia de muchos otros jóvenes, regresó de ese viaje en 1950 habiendo realizado su primera exposición individual en París, con obras que recién después mostró en Buenos Aires. Al comenzar esa década, el poeta y crítico Aldo Pellegrini lo convocó para integrar el Grupo de Artistas Modernos de la Argentina, agrupación en la que coexistía el lenguaje despojado de los artistas concretos (Claudio Girola, Alfredo Hlito, Enio Iommi, Tomás Maldonado y Lidy Prati) junto al de quienes practicaban una orientación que tendía a liberarse de las exigencias de ese programa, como Sarah Grilo, José Fernández Muro y el mismo Ocampo.
La pintura que tituló
144 corresponde a ese período de abstracción libre y de tendencia lírica. Tres cuadrados repiten sus tamaños y marcan un ritmo constante a partir de su ubicación en el espacio de la tela. Sin embargo, no se perciben como equivalentes porque se articulan con otras figuras cuadrangulares, conformadas por puntos pintados en tonos oscuros, en un caso, y claros en otros. El contrapunto entre formas y colores provoca una ilusión óptica que distorsiona sus relaciones. Pero además esta alteración fue acentuada por una suave pendiente y por una constelación de puntos que ilumina y dinamiza todo el campo de la obra. La sencillez de este tipo de pinturas –en ocasiones asociadas al espacio cósmico y a los paisajes estelares– descansa en una meditada ecuación de recursos formales y juegos perceptivos.
Junto a sus trabajos artísticos, Ocampo ejerció la diplomacia entre 1955 y 1978. Cada uno de sus destinos –Roma, París y Nueva York– marcó también su producción plástica. Más cercano al diálogo con los concretos y a los rigores constructivos de la arquitectura, el período romano estuvo dominado por el punto, la línea y las formas geométricas, dando lugar a sugestivos trabajos que aproximaron la razón a la emoción.
por Cristina Rossi
1998. OLIVER, Samuel, Miguel Ocampo. Pinturas 1947-1997. Buenos Aires, Fundacion Camino.