El Museo rinde tributo a Eduardo Iglesias Brickles

La exposición reúne una veintena de sus personales xilopinturas realizadas entre 1993 y 2011.

El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró el 15 de diciembre, la exposición “Un homenaje a Eduardo Iglesias Brickles (1944-2012)”, que presenta en la sala 42 del segundo piso un conjunto de 20 xilopinturas del artista argentino, a una década de su muerte.

La muestra, curada por el escritor y ensayista Guillermo David, exhibe hasta el 19 de febrero trabajos de Iglesias Brickles realizados entre 1993 y 2011, con su personal técnica de xilopintura, en la que supo mezclar lenguajes y herramientas tanto del grabado como de la pintura tradicional.

“Es un orgullo hacer este homenaje a Eduardo Iglesias Brickles, a diez años de su fallecimiento. Tuve la dicha de conocerlo y puedo decir que, además de un grandísimo artista, era una persona culta, exquisita, siempre con un pensamiento lúcido y crítico sobre la escena del arte”, expresó el director del Museo, Andrés Duprat, durante el acto de inauguración, del que participaron la grabadora y viuda del artista, María Inés Tapia Vera, junto con amigos, colegas y personalidades de la cultura.

“Parte de su pensamiento filoso y también amoroso lo plasmó en varias notas periodísticas, muchas de las cuales se encuentran en el catálogo editado por el Museo, y esto complementa su universo pictórico, con sus opiniones y su visión del mundo. Se fue tempranamente, y fue un artista que no se pareció a nadie. Su obra es original: muy argentina, por un lado, y por otro, tiene influencias de la gráfica soviética, pero siempre aplicada a nuestro universo”, agregó Duprat.

Por su parte, Tapia Vera destacó la curaduría de Guillermo David, quien “hizo un recorte político definitivo en la obra de Eduardo”. “Eduardo era muy irónico y tenía mucho sentido crítico. Durante la dictadura, muchas veces tuvo que padecer ser censurado por su opinión, pero siempre siguió pintando y militando ‒recordó la artista visual‒. Todo su carácter romántico y pasional con respecto al arte está en esta obra”.

“Conocí a Eduardo y a María Inés en el taller de Aída Carballo, donde ellos eran asistentes”, evocó la artista Marcia Schvartz, también presente en la inauguración. “Con Eduardo hicimos un homenaje a los desaparecidos de la Escuela de Bellas Artes, hace unos once años, y le pedí a él que hiciera la diagramación para una publicación. Nunca me dijo que estaba enfermo; asumió ese trabajo, que era muy denso, y lo hizo con la mejor predisposición”, destacó.

Sobre el método de trabajo del artista, el curador, que no pudo estar presente en la inauguración, explica que Iglesias Brickles “transformó la naturaleza del grabado de un modo fundamental”. “Sus xilopinturas invierten el planteo tradicional en el que la matriz gráfica tallada estaba orientada a la producción de copias, y no solo se vuelven piezas unitarias originales, sino que, además, plantean el dilema de la tridimensión: el bajorrelieve, el calado y el desbastado operan sobre el color y el trazo ofreciendo profundidad de campo, al mismo tiempo que sustancian el retorno al carácter escultórico del oficio”, añade David.

Respecto de su iconografía, el curador afirma: “Discípulo de Aída Carballo, ha sabido retratar como ella el vínculo entre las figuras sociales que constituyen los sujetos de la vida colectiva con una mirada que devuelve en trazos vigorosos la dignidad a esos destinos conmovidos por las vicisitudes del país. Morochos subrepticios, cuerpos y rostros conurbanos, damas caídas, líderes irónicos y cristos de barrio son tratados con unción de un modo que recobran carnadura y se muestran como sujetos soberanos”.

Las obras exhibidas en la muestra provienen, en su mayoría, de la colección de la familia del artista, además del díptico “Ella nunca está sola-Seis hombres por cada mujer; Il tramonto” (2005 y 2004), perteneciente al acervo del Museo desde 2018, cuando fue donado por los coleccionistas Alberto Elía y Mario Robirosa.

“Un homenaje a Eduardo Iglesias Brickles (1944-2012)” puede visitarse hasta el 19 de febrero de 2023 en la sala 42 del segundo piso del Museo, de martes a viernes, de 11 a 20, y los sábados y domingos, de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.

El Museo Nacional de Bellas Artes, que depende del Ministerio de Cultura de la Nación y cuenta con el apoyo de Amigos del Bellas Artes, está ubicado en Av. del Libertador 1473, Ciudad de Buenos Aires.

Más información sobre la muestra, aquí.