
Arlequín
Pettoruti, Emilio. 1928
Más Informaciónsobre la obra
Inventario 2621
Obra Exhibida
"Museo secreto. De la reserva a la sala" - Pabellón de exposiciones temporarias
Este retrato colectivo del leridano Viladrich forma un orden heráldico de bustos recortados sobre el azul intenso del nocturno de fondo. Los equilibrios tonales sin descartar la estridencia, el ritmo logrado con pequeños escorzos, el movimiento de las cabezas cubiertas con las típicas barretinas, el juego de miradas que abre direcciones sutiles en una composición aparentemente rígida. La diversidad en la identidad común de raza y clase es lograda mediante variaciones fisonómicas y psicológicas de los rostros de los “seis herederos”: mayorazgos de las principales casas de Almatret, en Lérida (cerca del límite de Cataluña con Aragón). La pintura genera un clima de familiaridad y, a la vez, de extrañeza. Tal vez, el mismo sea producido por la combinación de una representación tradicional en clave figurativa moderna, es decir la renovación plástica afirmada en el regionalismo de los herederos de la generación literaria del 98. Viladrich permite los pequeños hallazgos de referencia: la cita erudita –el retrato del duque de Urbino de Piero della Francesca–, la pintura de tipos regionales del costumbrismo español, la idea del iberismo, la comparación con los bustos de la raza de su amigo escultor Julio Antonio, la pervivencia formal de sus primeros retratos familiares, la atracción por la pintura medieval, el eco declamatorio de su otro amigo Diego Rivera. Las pinceladas gruesas en la aplicación del color conviven con el detalle minucioso de los rostros, con el oficio de veladuras y aplicación de barnices. La tabla fue realizada en Almatret, donde permaneció entre mayo y agosto, antes de tomar posesión del cedido castillo cervantino de Urganda, la desconocida; su Castell de Fraga. En 1913 había viajado a París y recorrido luego Italia, lo cual marca su sintonía con los primitivos italianos y flamencos que se percibe en obras como Los seis herederos. En la Hispanic Society of America de Nueva York, donde se encuentra el conjunto de mayor relevancia de este artista, se conserva la variable más tardía con seis mujeres, de tamaño menor, en semejante formato horizontal, Las seis herederas de Fraga, ca. 1925. El antecedente de ambas es El heredero Curo, de 1910, también en la institución americana, en este caso un retrato individual. Expuesta en 1919, fue adquirida por la colectividad catalana para ser donada al MNBA y fue retocada por el propio artista en 1945. Viladrich se radicó en la Argentina por la derrota republicana en la guerra civil; de su obra realizada aquí sobresale la serie de tipos catamarqueños, expuesta en la Galería Müller en 1940, como ya había realizado antes de su exilio con la pintura de tipos marroquíes.
1926. BERTRÁN, Luis, M. Viladrich. La obra del artista en ochenta y cuatro grabados. Buenos Aires, edición del autor, reprod. p. 37.
1991. BURUCÚA, José Emilio, “Miguel Viladrich, un pintor de la generación del 98” en: AA.VV., Miguel Viladrich, un catalán universal, cat. exp. Buenos Aires, Asociación Amigos del Palais de Glace, reprod. p. 18.
1997. FERNÁNDEZ GARCÍA, Ana María, Catalogo de pintura española en Buenos Aires. Oviedo/Buenos Aires, Universidad de Oviedo/FFyL-UBA, no 174, p. 201-202, reprod. color p. 202.
2007. LOMBA, Concha y Chus Tudelilla, Viladrich. Primitivo y perdurable, cat. exp. Fraga, Ayuntamiento de Fraga, Generalitat de Catalunya, reprod. color p. 178.
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