Comentario sobre Vaso
En el marco de la producción cerámica de la dinastía Ming, estas piezas representaron las dos tipologías más destacadas en cuanto a estilización de las formas y aplicación de los colores. La porcelana sobre fondo turquesa de tipología
meiping (梅瓶), o jarrón para las flores de ciruelos, con boca de labio cerrado y cuello corto, fue típica en el período del emperador Xuande (1426-1435). La pareja de jarrones en fondo berenjena se realizó en la tipología
yuhuchun (玉壶春瓶), o botellas con vientre en forma de pera, de cuello esbelto y labio amplio.
La técnica decorativa que se aplicó fue la
fahua (法华). Este término, también llamado
san-ts’ai, fue acuñado por los especialistas en 1920 para designar la decoración de la cerámica vidriada desarrollada en el siglo XV con un diseño de compartimentación de colores en tabiques comparable a la técnica del
cloisonné en la ornamentación de esmaltes. El uso de terminología francesa para la descripción de las artes decorativas chinas es un legado de los especialistas franceses y británicos del siglo XIX (1). Para la decoración
fahua los compartimentos se rellenaron con vidriados de colores plomo alcalinos. La pasta de los policromos, al ser de mejor calidad, permitió delimitar los esmaltes sin mezclarlos. Normalmente se realizaron en relieve (inv. 7756) pero aparecieron también con líneas incisas (inv. 7755). Técnicamente
fahua deriva de la decoración en polvo
fen hua (粉花) utilizada en la dinastía Yuan (1279-1368), pero en lugar de aplicar plomo en el vidriado se usó potasio derivado del salitre. Así, los pigmentos eran más refinados resultando vidriados en turquesa, amarillo ámbar, púrpura berenjena, verde esmeralda y blanco. La calidad del vidriado se consiguió utilizando altas temperaturas para la cocción, entre 850 y 950 ºC. Para la policromía fueron necesarias varias aplicaciones de calor de horno. En otros casos los vidriados se aplicaban directamente sobre la pasta cocida o
biscuit (2). Este tipo de porcelanas, destacadas por la calidad del vidriado y por la paleta de colores, se fabricaron en Jingdezhen. Fue una cerámica para uso cotidiano y por ello los ejemplares son excepcionales. Piezas
fahua se conservan en el Musée Guimet de París, en el Victoria and Albert Museum, en el British Museum de Londres y en el Tokyo National Museum (3).
En el norte, en la provincia de Shanxi también se realizaron porcelanas que usaron esta técnica, diferenciándose de las del sur por su menor tamaño y resistencia. La cocción a bajas temperaturas de los hornos del norte fue la consecuencia de su baja calidad. Los ejemplares hallados en la tumba Ming de Luojiazhuang se conservan hoy en el Museo Changzhi y los de las excavaciones de Haiding en el Capital Museum de Beijing. En Europa existen piezas en el British Museum (4). La dinastía Qing (1644-1911) heredó este tipo de decoración para objetos de diseños más reducidos.
Los jarrones de flores fueron muy valorados para la decoración de interiores en la época Ming. A las flores se las valoraba igual que a un jardín. La tipología
meiping se utilizó para la recolección de las primeras ramas en flor del ciruelo, símbolo de la flor nacional de China y del inicio de la primavera y de la longevidad. En la decoración las flores crecieron desde la base expandiéndose en vertical por todo el vientre hasta los hombros, representando el mismo movimiento de las plantas acuáticas.
Los jarrones
yuhuchun eran de utilidad doméstica para contener vino en las funciones rituales. En el interior se aplicaba uno de los colores que abundaba en la decoración de la piel, en este caso el turquesa. En el cuello se insertaron en relieve máscaras de monstruos o mascarones en color turquesa que permitían agarrar el cuello de la porcelana por debajo de sus mandíbulas. Entre ambos mascarones se advierte la representación de un insecto volador por encima de las flores. Estos insectos o pájaros sobrevolando aparecen en otros ejemplos que incluyeron los mascarones y su presencia destaca en las piezas
fahua.En la dinastía Ming se configuró la simbología taoísta, que con la confuciana constituyó la iconografía china más importante. La representación de la flor de loto en color blanco significaba la imagen de la pureza floreciendo sin mancha en superficies estancadas, reflejo de la luz, la armonía y la plenitud espiritual. El loto también representó uno de los ocho símbolos taoístas atribuidos a la joven inmortal Hé Xiangu que tras comer un melocotón de la inmortalidad se convirtió en hada, viviendo en las montañas y alimentándose de rayos de luna y polvo de nácar. En otras ocasiones, también se representó como figura sosteniendo flores de loto y un espantamoscas simbolizando en su figura la protección contra los insectos. Como sucede en el caso de estas dos porcelanas, la flor de loto, al ser una flor sagrada, está protegida de los insectos.
La importancia de estas cerámicas está en la adaptación de la decoración a la tipología formando parte de la utilidad de la pieza. Se mantuvieron las influencias islamizantes de la dinastía mongol Yuan pero se adecuó la decoración con una imposición más naturalista y figurada, dejando de lado los anteriores entrelazados o roleos vegetales. Por la cantidad de su producción la porcelana
fahua no es tan representativa como las “porcelanas azul y blanco”,
qingbai (青白), de la época Ming.
Estas piezas fueron adquiridas en la casa de antigüedades Collection Héliot Fils. Firma fundada en el año 1875 y continuada por sus sucesores, entre ellos Laurent Héliot.
por Esther Espinar Castañer
1— Daisy Lion-Goldschmidt, Ming Porcelain. London, Thames and Hudson, 1978, p. 123-124.
2— Qingzheng Wang en: Lillian Chin; Chen Kelun et al. (ed.), A Dictionary of Chinese ceramics. Singapore, Sun Tree, 2002, p. 220.
3— Jessica Harrison-Hall, Ming Ceramics in the British Museum. London, The British Museum Press, 2001, p. 409.
4— Jessica Harrison-Hall, op. cit., p. 408.