Arte Argentino
Un vasto panorama de arte argentino, con obras de sus mayores representantes
Ver Colección ›El Museo Nacional de Bellas Artes y Amigos del Bellas Artes, con la colaboración de Walt Disney Co., presentan del 7 de julio al 26 de agosto un nuevo ciclo de Bellas Artes Cine dedicado a proyectar, con entrada gratuita, seis de los clásicos animados más importantes del estudio, en consonancia con el centenario de Walt Disney Pictures, fundado en 1923.
Como parte de las actividades gratuitas que ofrece el Museo en vacaciones de invierno, las funciones de Bellas Artes Cine se realizan los viernes y sábados a las 17 en la sala de Amigos del Bellas Artes, ubicada en Av. Figueroa Alcorta 2270. Las entradas son gratuitas y se adquieren únicamente en línea, completando el formulario de reserva para cada función (ver sinopsis al pie).
La programación incluye “Blancanieves” (1937), “Pinocho” (1940), “Fantasía” (1940), “Dumbo” (1941), “Cenicienta” (1950) y “La Bella Durmiente” (1959), en versiones originales restauradas y remasterizadas, que se proyectarán dobladas en castellano.
“En consonancia con el centenario de Walt Disney Pictures (fundada míticamente por Walt y su hermano Roy en 1923), Bellas Artes Cine presenta los clásicos más importantes de la firma, en copias restauradas y como deben verse: en una sala llena de espectadores preparados para el asombro”, afirma el curador del ciclo, Leonardo D’Espósito.
“Para muchos, Walt Disney es solo una marca o un nombre. Sin embargo, se olvida lo principal: Disney fue uno de los mayores artistas contemporáneos, creador de una iconografía universal con sus personajes. Apasionado por las innovaciones tecnológicas, su auténtico fin fue crear obras de arte que pudieran comunicar la tradición de fantasía de siglos al universo materialista de un tiempo signado por la ciencia. No cabe la menor duda de que lo logró”, agrega el crítico.
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Programación día por día:
Blancanieves
Viernes 7 de julio, a las 17
Pinocho
Sábado 8 de julio, a las 17
Dumbo
Viernes 14 de julio, a las 17
Fantasía
Sábado 15 de julio, a las 17
Cenicienta
Viernes 21 de julio, a las 17
Cenicienta
Sábado 22 de julio, a las 15
La Bella Durmiente
Sábado 22 de julio, a las 17
Pinocho
Viernes 28 de julio, a las 17
Pinocho
Sábado 29 de julio, a las 15
Blancanieves
Sábado 29 de julio, a las 17
Blancanieves
Sábado 5 de agosto, a las 15
Dumbo
Sábado 5 de agosto, a las 17
La Bella Durmiente
Viernes 11 de agosto, a las 17
Dumbo
Sábado 19 de agosto, a las 15
Fantasía
Sábado 19 de agosto, a las 17
Cenicienta
Viernes 25 de agosto, a las 17
La Bella Durmiente
Sábado 26 de agosto, a las 15
Fantasía
Sábado 26 de agosto, a las 17
Películas:
Blancanieves y los Siete Enanos
EE.UU. (1937)
Dirección: David Hand (supervisor), William Cottrell, Wilfred Jackson, Larry Morey, Perce Pearce, Ben Sharpsteen.
Duración: 83 minutos
En 1937, Walt Disney era uno de los nombres más conocidos del cine. No sólo gracias a Mickey Mouse, que había conquistado el mundo desde 1928, sino por sus constantes innovaciones técnicas en el dibujo animado y la enorme poesía de sus Silly Simphonies, que habían depurado la manera de tratar las formas, el color y la música en las películas más allá de la animación. “Blancanieves…” fue una apuesta gigantesca: un largometraje sonoro en Technicolor completamente animado. Es fácil ver por qué, incluso hoy, con las recaudaciones ajustadas por inflación, permanece entre las diez películas más taquilleras de la Historia: nadie había visto algo así. No sólo se perfeccionaron el uso de las dimensiones, la alternancia entre el diseño satírico (los Enanos) y el realista (Blancanieves, el Príncipe, la Reina), sino que incluyó por primera vez en la animación la profundidad de campo gracias al uso innovador de su invento, la cámara multiplano. Hay otra innovación: en lugar de utilizar una narración signada por el gag y la secuencia cómica, utilizó las herramientas de la tradición narrativa del largo de acción en vivo tal como la establecía Hollywood. “Blancanieves…” era un auténtico largometraje lleno de suspenso y humor, y con una secuencia ‒la huida de la protagonista por el bosque‒ que utiliza el paisaje como reflejo del terror del personaje, un uso absolutamente innovador del punto de vista.
Viernes 7 de julio, a las 17
Sábado 29 de julio, a las 17
Sábado 5 de agosto, a las 15
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Pinocho
EE.UU. (1940)
Dirección: Ben Sharpsteen, Hamilton Luske (supervisores)
Duración: 88 minutos
Después del enorme éxito de “Blancanieves”, y mientras preparaba la producción de otros dos largos (“Fantasía” y "Bambi”), Disney estrenó “Pinocho”, adaptación de la novela infantil (sería mucho más adecuado decir “educativa”) del italiano Carlo Collodi. Aquí la animación es incluso más perfecta que en el caso anterior, con algunos planos-secuencia realizados con cámara multiplano que permanecen como joyas de la técnica cinematográfica. Pero hay mucho más en “Pinocho” que la asombrosa precisión técnica. En efecto: el filme, que se mantiene fiel a muchos de los episodios de la novela, cambia algo fundamental que, con el tiempo, es lo que le ha provisto permanencia: en lugar de un pícaro que aprende a los golpes que “hay que ser bueno”, el Pinocho de Disney es inocente y descubre el mundo desde ese lugar. Pero además innova narrativamente: en realidad, todo es el relato en retrospectiva de Pepe Grillo, que se “educa” a su vez al orientar al protagonista en las diferencias entre el Bien y el Mal. El diseño de los diferentes escenarios de la fábula, inspirados en la Italia del siglo XIX, son de un detalle pocas veces alcanzado en el cine. Ganadora de dos Oscar por su música y ‒especialmente‒ por la canción “When I Wish Upon a Star”, es quizás de las películas más influyentes de la Historia, homenajeada por Steven Spielberg dos veces, en “Encuentros cercanos del tercer tipo” (John Williams incluyó en la banda sonora una cita a “When...”) y, sobre todo, en “Inteligencia artificial”, donde la mención es explícita.
Sábado 8 de julio, a las 17
Viernes 28 de julio, a las 17
Sábado 29 de julio, a las 15
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Fantasía
EE.UU. (1940)
Dirección: James Algar, Hamilton Luske, Ben Sharpsteen (supervisores)
Duración: 125 minutos
“Fantasía” es uno de los grandes monumentos cinematográficos del siglo XX y, también, de las películas más extrañas y fascinantes. “Extraña” porque su duración es inusitada para un dibujo animado (más de dos horas) y porque además incluía una innovación técnica: gracias al sistema Fantasound, creado por Disney específicamente para el filme, se trata de la primera producción con sonido estereofónico. Pero no solamente es una antología de piezas de música de partitura (de Bach a Stravinsky, pasando por Tchaikovsky, Dukas, Beethoven, Ponchielli, Mussorgski y Schubert), ni la exhibición de fuerza expresiva de la Filarmónica de Filadelfia al mando del maestro Leopold Stokowski, sino una perfecta demostración de todo lo que era posible ‒y de lo que parecía imposible‒ en el dibujo animado. Literalmente, Disney y sus animadores hacen de todo: desde la abstracción experimental con que abre el filme con la Toccata y Fuga en Re Menor de Bach, hasta el hiperrealismo basado en datos científicos con los que se narra el inicio de la vida en la Tierra hasta el final de los dinosaurios al ritmo de la Consagración de la Primavera de Stravinski. No sólo es la perfecta conjunción de música y personaje en el Aprendiz de Hechicero de Dukas (quizás la mejor aparición de Mickey Mouse en el cine) o los horrores surreales de la Noche en el Monte Calvo de Mussorgski, o los brillos realizados con cámara multiplano de las hadas del Cascanueces de Tchaikovski. Es el todo, absolutamente libre y, al mismo tiempo, preciso en su impacto sensorial y emocional, el que transformó “Fantasía” en una película única.
Sábado 15 de julio, a las 17
Sábado 19 de agosto, a las 17
Sábado 26 de agosto, a las 17
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Dumbo
EE.UU. (1941)
Dirección: Ben Sharpsteen (supervisor)
Duración: 64 minutos
Después de “Fantasía”, y con el desarrollo de “Bambi” (película para la cual, para dotarla de realismo, había enviado a sus dibujantes a aprender a dibujar animales del natural, incluso estableciendo un pequeño zoológico en los estudios de Burbank) en pleno, Disney optó por una película “rápida” realizada con un estilo más cercano al cartoon tal cual lo ejercían los animadores de Warner Bros. y MGM. Y, además, después de un filme de largo inusitado, es la película más “corta” del estudio, apenas poco más de una hora (solía complementarse en las proyecciones con un mediometraje de Mickey Mouse). La película está basada en un libro de Helen Aberson, y tiene varias particularidades. En primer lugar, transcurre en una época contemporánea al espectador y en los Estados Unidos (algo que no volverá a suceder hasta “101 Dálmatas” y, mucho después y ya en los años 80, con “Oliver y Cía.”); en segundo, el personaje protagónico jamás habla (Dumbo es totalmente mudo); y en tercero, incluye la que con toda justicia se puede llamar la secuencia más surreal de todo el Disney clásico: la ilustrada por la canción “Pink Elephants”, clásico inmediato. En esa secuencia (donde incluso se parodia el patinaje sobre hielo de las hadas de “Fantasía”), se rompe la “cuarta pared” cuando los elefantes rosas, producto de la embriaguez involuntaria de Dumbo, llenan el marco de la pantalla. Es cierto que Pepe Grillo le habla al espectador en el comienzo de “Pinocho”, pero nunca el procedimiento había sido tan disruptivo como aquí. El uso del color y el diseño anticipan veinte años la psicodelia. “Dumbo”, además, alude al propio Disney con el “contrato” que firma el personaje e incluso al esfuerzo bélico (el estreno de la película el 24 de diciembre de 1940 fue posterior a Pearl Harbor) para el que Disney realizaría cortos y un largo poco visto, “Victory Through Air Power”.
Viernes 14 de julio, a las 17
Sábado 5 de agosto, a las 17
Sábado 19 de agosto, a las 15
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Cenicienta
EE.UU. (1950)
Dirección: Clyde Geronimi, Wilfred Jackson, Hamilton Luske
Duración: 74 minutos
Después de “Bambi”, Disney realizó una serie de películas donde aplicaba tanto la fórmula de “Fantasía” (secuencias donde se combinaban dibujos animados y música, como, Saludos, Amigos, Los Tres Caballeros, Melody Time y Make Mine Music), conjuntos de mediometrajes animados (Fun and Fancy Free) y hasta un documental sobre los estudios (el brillante El Dragón Chiflado, conducido por el escritor y humorista Robert Benchley). Luego de esos experimentos en una década signada por la Segunda Guerra Mundial y el esfuerzo bélico, volvió al largometraje con su segundo cuento de hadas, “Cenicienta”, que se convirtió rápidamente en uno de los mayores éxitos del estudio. La película, si bien continúa la tradición realista, es mucho más estilizada y dinámica, acorde a las innovaciones gráficas que se sucedieron en el campo de la animación durante ese período. Hay colores más puros, una dinámica narrativa doble (casi toda la película está, en realidad, “vista” desde el punto de vista de los ratones Gus y Jack y de la Madrastra) y el uso brillante de una partitura original que dio varios clásicos al acervo de la cultura popular. El filme mantiene un ritmo veloz de una modernidad absoluta, y además representa un cambio importante respecto de “Blancanieves” en lo que es el retrato femenino del cuento de hadas. Si allí la joven protagonista está destinada a ser “madre y esposa”, aquí hay espacio para el sueño, la fantasía y la diversión. De allí el diseño humorístico del Hada Madrina (innovación respecto del cuento original tal cual lo relevaron los Hermanos Grimm, donde es el alma de la madre muerta de la protagonista la que obra los milagros).
Viernes 21 de julio, a las 17
Sábado 22 de julio, a las 15
Viernes 25 de agosto, a las 17
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La Bella Durmiente
EE.UU. (1959)
Dirección: Wolfgang Reitherman, Eric Larson, Clyde Geronimi, Les Clark (supervisores)
Duración: 78 minutos
En los años 50, ocurrió una revolución en el diseño gráfico que repercutió en la animación. No era ya necesario convencer a los espectadores de que lo que veían en la pantalla “no era un dibujo”, sino jugar con las formas, los diseños y los colores. Eso hicieron los estudios clásicos en esa época (Warner, MGM y, sobre todo, UPA, formado por ex animadores de Disney) y se transmitió a todo el medio. Pero además Disney tuvo otra revolución interna: el trabajo de la diseñadora y dibujante Mary Blair, que desde “Cenicienta” en adelante marcaría, con sus dibujos inspiracionales (los que definían el estilo gráfico de cada película), la imagen del estudio durante décadas. Su trabajo se percibe con claridad en “Alicia en el País de las Maravillas” y, sobre todo, en la más elaborada de las joyas “modernas” de Disney, “La Bella Durmiente”. Inspirada además en la imaginería medieval y en los tapices e iluminaciones de manuscritos de la Alta Edad Media, la película abunda en ángulos, paisajes extensos ‒es una de las mejores películas rodadas en CinemaScope, formato de pantalla ancha para el que Disney había realizado el primer largo animado, “La Dama y el Vagabundo”‒ y, sobre todo, un uso dramático y ya no hiperrealista del color (la batalla entre las dos hadas por el color del vestido de Aurora al final es una broma al respecto). Pero hay otra innovación narrativa: los personajes principales son la villana ‒la extraordinaria Maléfica, quizás la mejor “bruja” de todo Disney‒ y el Príncipe Felipe, cuya aventura tiene algo de iniciático. La banda de sonido está construida como variación del ballet del mismo nombre de Peter Illich Tchaikovski, lo que hace de “La Bella…” un resumen absoluto de todos los hallazgos que Disney desarrolló a lo largo de su carrera.
Sábado 22 de julio, a las 17
Viernes 11 de agosto, a las 17
Sábado 26 de agosto, a las 15
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Medidas de prevención e higiene:
-Las salas de proyección cuentan con sistema de ventilación acorde al protocolo indicado.
-Está prohibido el consumo de alimentos y bebidas dentro del espacio.
-En caso de reprogramación, quienes hayan reservado sus entradas serán avisados por correo electrónico.
Un vasto panorama de arte argentino, con obras de sus mayores representantes
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