Homenaje a Libero Badíi en el año del centenario de su nacimiento.
La fecunda, de Libero Badíi, se exhibe como obra destacada del Museo a modo de homenaje en el año del centenario de su nacimiento. Italiano, nacionalizado argentino, Badíi fue un artista visual y pensador multifacético que generó el concepto de “arte siniestro”, como una forma de concebir la producción artística latinoamericana.
«Lo siniestro es aquello que, debiendo permanecer oculto, se ha revelado.»Friedrich Schelling
Líbero Badíi es uno de los artistas argentinos emblemáticos del siglo XX. Nacido en Arezzo (Italia), se inició en la escultura en el taller de marmolería de su padre, completando su formación en Buenos Aires con Ernesto Soto Avendaño y Carlos de la Cárcova.
Tallas en mármol como
Torrente (1953) evidencian una cercanía con las piezas del inglés Henry Moore, quien influyó a varias generaciones de artistas. En este período de su producción la construcción de su obra se vincula a una idea clásica de la escultura, donde la utilización de los volúmenes cóncavos y convexos construyen la materialidad de la obra y se articulan con el espacio que la rodea.
En esta misma época,
La Fecunda (1953), escultura en metal, será un punto de inflexión en su recorrido artístico. Con ella comienza su exploración de las culturas mesoamericanas. La obra responde a una construcción piramidal y así se acerca a piezas como las venus prehistóricas vinculadas a lo femenino entendido como portador de fertilidad. A esta configuración formal se suman ciertos elementos como la línea en relieve, suerte de dibujo sobre los planos metálicos que resalta zonas de volumen o agrega elementos figurativos o simbólicos. Este recurso gráfico será explotado y ampliado en su profusa producción de dibujos y grabados. Posteriormente, y tomando
La fecunda como punto de referencia, el color hará su aparición para destacar las formas.
A finales de los años 60 Badíi comienza a desarrollar el concepto de
Lo siniestro. En palabras del escultor:
Lo que escapa a las posibilidades humanas es siniestro. Este concepto es abordado por el artista como lo opuesto a lo clásico entendido como los fundamentos estéticos heredados de los grandes maestros.
Los Muñecos (1968), expresan también una oposición, entre lo conocido y su opuesto, no solo conceptualmente abordado desde lo siniestro, sino también desde su construcción material. De esta manera, obras como
Torrente tallada en piedra, dentro de la tradición clásica, es deudora de la idea del artista como revelador de las formas.
Los muñecos siguen el camino inverso, ellos son el producto de la adición de fragmentos, recortes de madera que se van superponiendo, para construir una forma que nos interroga sobre nuestros deseos y la imposibilidad de volverlos realidad.