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MUSEO/CINEARTE 4: Películas cortas, risas largas

El Bellas Artes propone una selección de siete comedias clásicas del cine mudo, disponibles gratuitamente.

Gran parte de las invenciones del cine ocurrieron en las dos primeras décadas del siglo XX. No se trató, de ninguna manera, de un cine “primitivo” o al que le faltaba algo: era de una gran sofisticación dada la necesidad de que la imagen lo contara todo. Especialmente cierto es en el cine cómico, donde las novedades se multiplican a tal punto que, si dejamos de lado cierta “tartamudez” de las imágenes producto de rodajes a menos de 24 cuadros por segundo, nos asombran por su modernidad total. Desde la mirada femenina y ácida de Mabel Normand hasta la deriva metafísica de Buster Keaton, desde el absurdo de Laurel y Hardy hasta el surrealismo desatado del casi secreto Charley Bowers, estas películas mantienen su efectividad a pesar del paso del tiempo. O, mejor dicho, Chaplin resulta mucho más sofisticado hoy, cuando todo el cine tiende a la sobreexplicación y la falta de sutileza, que cuando era una estrella rodeado por otras estrellas. En esta selección se optó por las mejores copias posibles de films representativos de sus creadores disponibles gratuitamente. Son cerca de tres horas de placer ininterrumpido. Adelante.

Leonardo D’Espósito

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Tomboy Bessie

EE.UU., 1920

Dirección: Mabel Normand

Cuando el cine cómico estadounidense empezaba bajo el influjo de Mack Sennett, la primera estrella fue una mujer, Mabel Normand. Sus películas son bastante diferentes de aquellas de persecuciones vertiginosas, choques, golpes y caídas que podían protagonizar los cómicos Keystone Cops. De hecho, Mabel casi no recurría al “slapstick” (el humor de golpe y porrazo: “slapstick” era el palo inofensivo pero muy ruidoso con el que el Tony golpeaba al clown) sino al equívoco, al humor basado en situaciones y enredos. Algo parecido al vaudeville francés, incluso con disfraces –Mabel solía disfrazarse de hombre para lograr sus objetivos– y cierta picardía hoy totalmente inocente. En su mundo, los hombres son arrogantes, torpes, a veces lascivos, siempre merecedores de la ironía, y en eso era una adelantada. En los años 10 del siglo XX, Mabel Normand llegó a tener su propia productora y ser una estrella exitosa, e incluso defendió –cuando la prensa y toda la opinión pública lo acusaba de un horrible asesinato sexual– a su colega Roscoe “Fatty” Arbuckle.

En sus películas debutaron nada menos que Charles Chaplin y Oliver Hardy, además de Arbuckle. En “Tomboy Bessie”, Mabel es una chica que quiere ser tratada en pie de igualdad con los chicos, y lo logra a su modo, con humor e ironía, en una comedia escrita por ella misma.

* Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=Z6QL5s6LFDg

Get Out and Get Under

EE.UU., 1920

Dirección: Hal Roach

A nadie sorprendería saber que en la década de 1920 los tres cómicos cinematográficos más populares y taquilleros eran Charles Chaplin, Buster Keaton y Harold Lloyd. Quizás sí sorprenda saber que, de los tres, el que más dinero ganaba era Lloyd, hoy bastante ignorado por la mayoría de la crítica. Absolutamente moderno, sus películas combinaban la aventura física con la ingenuidad a veces apabullante del personaje que interpretaba, siempre un optimista (aunque a veces con pocos escrúpulos) con anteojos y sombrero que vivía en estado de riesgo permanente. Abundan en sus películas las persecuciones, los momentos de altísimo riesgo (su obra maestra en largometraje de 1923, “Safety Last”, es icónica en este sentido) y de una constante urgencia. Aunque carece tanto de la sutileza en los planos medios y detalle de un Chaplin o la sofisticación metafísica de un Keaton, sus comedias compensan estas “faltas” con el retrato de un mundo soleado y siempre en movimiento.

Quizás el personaje que más se le pareció luego sea, por las mismas razones, Mickey Mouse. En “Get Out and Get Under” trabaja bajo la dirección de uno de los mayores creadores de formas de la comedia muda, Hal Roach, quien le diera luego gloria a Laurel y Hardy. Hay un hombre enamorado de una chica y de su auto (no necesariamente en ese orden), una obra de teatro en curso y la obligada aparición de problemas mecánicos, de tránsito e incluso legales. Todo en menos de veinte minutos.

* Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=v1-kR7o34cA

Cops

EE.UU., 1922

Dirección: Buster Keaton y Eddie Cline

Es probable que Buster Keaton sea el mayor genio que dio el cine. Es cierto, la competencia es grande, pero nadie como Keaton utilizó el concepto de puesta en escena de manera tan intensiva. Cada elemento en la pantalla cumple una función perfectamente definida que la voluntad del personaje finalmente transformará en otra que juegue a su favor. El universo de Buster Keaton es una prueba constante, una trampa permanente en el que Buster no deja de caer. La idea de que su rostro permanezca más o menos impávido (eso de que “nunca reía” es bastante poco cierto) coincide con ser un estoico ante un mundo siempre hostil al que se enfrenta con un poco de resignación y un mucho de inteligencia.

El caos crece en sus películas de manera exponencial secuencia a secuencia, de allí que tienda (sucede en “Go West”, “Seven Chances” o “The General”) a finales al mismo tiempo épicos y cómicos. Es lo que sucede en “Cops”, donde Buster, en un círculo infernal de equívocos, termina desbaratando un desfile de policías que culmina en todas las fuerzas del orden tras él, movido solo por un amor que, en última instancia, carece de esperanzas. Es una de las pocas películas de su período de gloria con final pesimista, aunque decididamente cómico. Y es, en la disposición concentrada de sus peripecias, una obra maestra del movimiento.

* Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=asEgQZhShLk

The Idle Class

EE.UU., 1921

Dirigida por Charles Chaplin

Si Keaton creó la manera en la que los personajes se relacionan con las cosas en el cine, Chaplin directamente creó la noción de “personaje”. Carlitos, Charlot, Charlie, el vagabundo del bigotito, el bombín y el andar chueco, es el primer gran carácter de la historia del cine. Chaplin lo creó no a partir de la máscara –lo que sería una herencia teatral o circense, el mundo del que provenía– sino con el andar y el “poner el cuerpo” delante de la cámara, lo que implica total conciencia cinematográfica.

“The Idle Class” es, además, un ejemplo de su versatilidad, dado que hace un doble personaje: el conocido vagabundo y un ocioso millonario. Por cierto, también Chaplin es pionero en lo que podríamos llamar “cine de conciencia social” a partir del humor, la idea de estar del lado de los desfavorecidos y mirar con desconfianza a los ricos. En esta película, el humor y el comentario van completamente de la mano y es imposible reírse en gags como el del aristócrata que parece llorar porque su mujer lo ha dejado por alcohólico sin unir lo ideológico con la impecable resolución física de la acción. Como Keaton y como Lloyd, Chaplin es una víctima del mundo. Pero a diferencia de ambos (que pelean hasta la última instancia por vencerlo), Carlitos se sacrifica. Muchas veces se ha trazado el paralelo entre el personaje y lo mesiánico, y no es del todo desacertado. Pero no hay que olvidar que, en el fondo, se trata siempre de un pícaro que se redime a sí mismo. Y es esa cualidad, en última instancia, la que nos permite identificarnos con él desde hace más de un siglo.

* Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=GltdQMb2Ow8

Big Business

EE. UU., 1929

Dirección: Leo McCarey, James Horne

Dijo Hal Roach, el gran productor de las películas de Stan Laurel y Oliver Hardy, que la idea de poner a ambos cómicos juntos fue de Leo McCarey, uno de los mayores creadores de comedia de la historia, el hombre que hizo por Cary Grant lo que John Ford por John Wayne. McCarey fue una de las mayores fuerzas creativas en el universo de El Gordo y el Flaco, además del productor Roach (que inventó prácticamente todas las reglas de la comicidad moderna) y del gagman del dúo, Laurel.

“Big Business” es una de sus películas más conocidas, probablemente la obra maestra del dúo. Aquí son dos vendedores de árboles de Navidad que, por una pequeña serie de equívocos, se enfrentan a cierto hombre que no quiere comprarles. Esto lleva a un crescendo de pequeñas agresiones que se transforman en una batalla tremenda y absurda que acaba con un automóvil y una casa. Así era el mundo de Laurel y Hardy: aparentemente normal, pero preñado por un caos surrealista que llevaba cualquier comportamiento conocido más allá del absurdo. No por nada eran admirados (y de modo no irónico, mucho menos de manera snob) por Samuel Beckett. Pequeño dato, narrado por el propio McCarey a Peter Bogdanovich en su libro de entrevistas a realizadores “Who the devil made it?”: los productores pagaron por una casa real para destruir mucho dinero. La gente se fue y fueron a rodar. Pero se equivocaron de dirección y destruyeron la de al lado. Ahora, cuando vea la película, piense que el dueño está trabajando y no sabe qué sucede en su casa.

* Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=q5LUkcgh4QQ

There it is

EE. UU, 1928

Dirección: Harold Muller

Charley Bowers fue inmensamente popular, a juzgar por textos que nos han llegado de las primeras décadas del siglo pasado. Pero hoy es un misterio, un iceberg del que solo conocemos la punta compuesta por un puñado de películas realizadas en la década de 1920, mientras que la mayoría permanece, quizás, en archivos fílmicos de todo el mundo, si no se han perdido. Dibujante de historietas, comenzó como animador de una centena de cortos de Mutt y Jeff, personajes famosísimos del cómic primigenio (en la Argentina lo publicaba Clarín hasta que el diario, a mediados de los años 70, pasó a tener solo tiras nacionales en su última página). Pero más tarde, se dedicó al cine de acción en vivo, en el que incluía increíbles momentos de animación cuadro a cuadro.

Su cine era efectivamente surrealista: en el universo normal intervenía algo que provenía del sueño o la pesadilla para desatar el frenesí cómico, y es por esta razón que fue alabado por uno de sus fans franceses, André Breton. “There it is” incluye esa clase de animaciones y es una parodia de cuento de detectives; y de los cortos que conocemos, es uno de los pocos que escribió, protagonizó y produjo sin dirigir. Bowers es una de las mayores joyas del cine cómico que quedan por redescubrir y valorar.

* Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=yRAv65YU2ug

Felix in Hollywood

EE. UU., 1923

Dirección: Otto Messmer

Si bien el cartoon americano tiene su auge mayor en el cine sonoro (desde el inaugural “Steambot Willie”, debut de Mickey Mouse en 1928, hasta “The Pink Phink”, debut de la Pantera Rosa como protagonista de un corto en 1963), fue un formato absolutamente popular en el período mudo. En esos tiempos, hicieron sus primeros trabajos importantes Walt Disney (“Alice in Cartoonland”), Walter Lantz (“Dinky Doodle”) y, sobre todo, los hermanos Max y Dave Fleischer (“Out of the Inkwell”). Pero la primera gran estrella, a la que todos los anteriores copiarían al menos el diseño, fue Félix el gato, creado en las historietas por Pat Sullivan, pero dibujado realmente –sobre todo para el cine– por Otto Messmer.

“Felix in Hollywood” es, probablemente, la mejor de sus películas mudas y tiene varias particularidades. La principal es que incluye, por primera vez en un dibujo animado, caricaturas de personajes del mundo del cine. Aparecen por allí Charles Chaplin, Douglas Faribanks, Cecil B. De Mille y William S. Hart. Y, además, un tipo muy feo y orejudo llamado Will Hays, primer presidente de la asociación de productores y, algunos años más tarde, fanático propulsor del Código de Producción, ese compendio de censura previa dictado por la propia industria hoy que se conoce como Código Hays. Sí, Félix se burlaba de los poderosos. Se nota la influencia de los cómicos “no animados” en el uso del plano general, por caso, y agrega las posibilidades plásticas únicas del dibujo (transformar una cola en un bastón). El filme parodia la “actuación seria” y plantea, además, el menosprecio que sentían los “actores” por el cine. Sigue siendo una joya.

* Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=Q7umJHEVr2g

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