Leñador haciendo fuego
Rousseau, Théodore.
Más Informaciónsobre la obra
Inventario 2085
Obra No Exhibida
Figura señera de la Escuela de Barbizon, Rousseau fue conocido como “le grand refusé” por sus sonados rechazos en el Salón anual entre 1837 y 1847, suerte que comenzó a cambiar luego de la Revolución de 1848 cuando obtuvo reconocimiento institucional (1). Otro de sus apodos fue “el ermitaño de Barbizon” por la vida ascética y solitaria que llevaba en dicho pueblo. Sin embargo, esto no le impidió estar atento a la ubicación comercial de su obra (2), manejada por varios dealers, como Hector Brame, Deforges y Durand-Ruel, cuyo sello se observa en la parte posterior de esta pintura del MNBA (3).
Desde adolescente, Rousseau acostumbró a salir a pintar en la naturaleza, primero en el Bois de Boulogne para, hacia fines de la década de 1820, entrar en contacto con los alrededores del bosque de Fontainebleau. Hacia 1833 inició sus campañas de pintura en Barbizon, población que constituyó su lugar de residencia permanente desde 1848. Sus mayores influencias fueron los paisajes de John Constable y la pintura holandesa del siglo XVII, en el sentido que ambos hacían eje en el paisaje puro y en los aspectos no estructurados de la naturaleza. En La tropilla se observa perfectamente el modo espontáneo de pintar que practicaron los artistas de Barbizon: las manchas de óleo se posan directamente, acá sobre un papel de base rojiza, sin que el artista se preocupe por fundirlas o lograr veladuras (4). Se observa precisamente una primera mano en la que el pincel arrastra el óleo con poca carga y por encima pequeñas manchas de materia más espesa que dan forma a las hojas y la corteza de los árboles o al pelaje de los animales. En este rápido apunte realizado en plein air, la tropilla se agrupa a pastar en un claro del bosque. Las actividades del ganado en medio de la foresta fueron un tema abordado repetidamente por el artista en obras de mayor aliento (cf. Intérieur de forêt, 1836/37- 1867, Musée d’Orsay, París), pero siempre desde un punto de vista alejado, en el que la naturaleza es la protagonista, y donde reina siempre la voluntad de captar sus transitorios efectos.
1— Para una cronología de las actividades del artista y del grupo de Barbizon, véase: Robert L. Herbert, Barbizon Revisited, cat. exp. San Francisco, California Palace of the Legion of Honor, 1962, p. 75-82.
2— Véase: Nicholas Green, “Circuits of Production, Circuits of Consumption: The Case of Mid-Nineteenth-Century French Art Dealing”, Art Journal, New York, vol. 48, nº 1, primavera de 1989, p. 29-34.
3— La dirección consignada en la etiqueta es la del negocio al que Jean-Marie Durand-Ruel y su hijo Paul se mudaron en 1856; entre los artistas comercializados por la firma en este momento se encontraban, además de Rousseau, Millet, Dupré, Díaz, Delacroix y Corot. A la muerte de Jean-Marie en 1865 su hijo continuaría con la venta de la pintura de Barbizon, véase: Marci Regan, Paul Durand-Ruel and the Market for Early Modernism. Tesis de maestría, Louisiana State University, 2004, p. 16-19.
4— Jean Bouret, L’École de Barbizon et le paysage français au XIXe siècle. Paris, Bibliothèque des Arts, [1972], p. 22.
1999. SCHULMAN, Michel, Théodore Rousseau, 1812-1867: catalogue raisonné de l’oeuvre peint. Paris, Éditions de l’Amateur, nº 415, p. 239.
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