Comentario sobre Paysanne (Femme capuchon rouge) (Paisana)
A finales del siglo XIX fue usual la representación de la mujer bajo dos aspectos, como
femme fatale o, por el contrario, en interiores domésticos, en el doble papel de madre y esposa. En la producción de Jean-Jacques Henner se reiteran ambas temáticas (1). Aunque representó paisajes y naturalezas muertas, se destacó como pintor de desnudos femeninos, inspirados en relatos históricos y por sus retratos de mujeres. Al igual que otros artistas contemporáneos, Henner representó la decadencia que veía en su sociedad bajo formas bellas. Construyó sus figuras a partir de convenciones clásicas que incluyen la idealización del cuerpo desde reglas de proporción, el modelado de las carnaciones, el uso del claroscuro y el
sfumato en el color. Esto dio por resultado cuerpos de piel nacarada en paisajes bucólicos y cielos crepusculares. Sin embargo, bajo estas reglas académicas, Henner desarrolló una mirada libre y poética de la realidad, presente en la exacerbación del aspecto erótico de algunas de sus figuras femeninas, los ojos desafiantes al espectador y el encendido cabello rojizo en contraste con la piel mórbida, pálida o cenicienta.
Si bien algunos de sus retratos conservan esta doble modalidad, los que pintó en Bernwiller, su tierra natal, suelen evitarla. Hijo de campesinos, Henner nació en esta aldea de Alsacia, al este de Francia, una zona de laderas fértiles, bosques de álamos y arroyos que serpentean los campos cultivados. Aunque su formación artística se inició en esta provincia, estudió después en las academias de París y Roma (en 1847 y 1859 respectivamente), expuso en el Salón parisino desde 1863, el Estado compró sus obras, y obtuvo honores académicos. Sin embargo, retornó numerosas veces a la casa de su infancia, particularmente entre 1855 y 1857, período en el que visitó a su madre, aquejada por una grave enfermedad.
Durante esta estancia retrató a los miembros de su familia, a los vecinos y a habitantes de la región. Realizó más de sesenta obras protagonizadas por figuras alsacianas: curas de campo, niñas cargando frutas y burgueses notables. Esta labor incluyó la representación de campesinas, como puede observarse en
Paysanne perteneciente al MNBA. En este caso Henner pintó a una muchacha de perfil, bajo un paño rojo anudado al cuello, cuyos pliegues evidencian un estudio naturalista del personaje. Representó a la joven sobre un fondo neutro en escala de ocres, con el cuerpo de tres cuartos perfil, y el rostro vuelto hacia un punto lejano, oculto a la vista del espectador. La mirada triste está acentuada por la penumbra bajo el paño y el fondo a oscuras, en contraste con la luz dirigida hacia otras partes del rostro. Henner pintó numerosas obras de muchachas envueltas en mantos rojos, campesinas como en este caso, pero también figuras alegóricas, tal como sucede con una de sus obras más conocidas,
Fabiola (actualmente desaparecida), una santa de la antigua Roma que presentó en el Salón de París de 1885.
En 1890
Paysanne ingresó a la colección de la familia Guerrico, prestigiosos porteños, hacendados y aficionados al arte. Tanto Manuel J. de Guerrico como su hijo José Prudencio dieron forma a este importante acervo adquirido en su mayor parte en Europa (2). La presente obra estaba expuesta en el hall de la mansión que poseían sobre la calle Corrientes, a metros de la calle Florida. Cumpliendo con el deseo familiar de legar este conjunto al Estado Nacional, parte de las piezas fueron donadas al MNBA en 1938, incluyendo dos pinturas de Jean-Jacques Henner:
Paysanne y una
Ninfa (inv. 2761) que representa el interés del artista por el desnudo femenino en un contexto mitológico.
por Paola Melgarejo
1— Para más información sobre la producción del artista véase: Pierre- Alexis Muenier, La vie et l’art de Jean- Jacques Henner. Paris, Librairie Ernest Flammarion, 1927; José Álvarez (dir.), Face à l’impressionnisme, Jean-Jacques Henner, le dernier des romantiques. Paris, Paris Musées, 2007.
2— Cfr. Augusto da Rocha, “Galerías privadas”, Boletín del Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, a. 1, nº 1, septiembre-octubre de 1934.
Bibliografía
1988. OLIVEIRA CÉZAR, Lucrecia de, Los Guerrico. Buenos Aires, Gaglianone, nº 50, p. 114.
2004. ARTUNDO, Patricia M. (coord.), El arte francés en la Argentina. 1890-1950. Buenos Aires, Fundación Espigas, p. 90.
2006. BALDASARRE, María Isabel, Los dueños del arte. Coleccionismo y consumo cultural en Buenos Aires. Buenos Aires, Edhasa, p. 157.