Comentario sobre Diana y sus Ninfas de caza
Este paisaje donde se ve a Diana y sus ninfas yendo a la caza ingresó al Museo como obra de Jan Brueghel I (1568-1625), llamado de
Velours (terciopelo), artista bien conocido por sus bodegones y paisajes que actuó en Amberes. Pero en nuestro catálogo razonado de 1994 lo atribuimos a Jasper van der Lanen, un pintor al cual por entonces solo se le acreditaban con certeza cuatro obras. La nuestra fue una de las que contribuyó al mejor conocimiento del artista y al crecimiento que el catálogo de sus obras ha sufrido en los últimos años.
Temáticamente, los trabajos que de él conocemos se inscriben exclusivamente en el género del paisaje en el que la influencia de Gillis van Coninxloo (1544-1607) fue muy importante, pero en ámbitos como Amberes también hay que sumar la que ejercieron Jan y Pieter Brueghel II, quienes afirmaron las grandes líneas de la pintura paisajista de fines del siglo XVI y principios del XVII. Estos artistas aplicaron una fórmula tradicional proveniente del siglo XVI que divide al paisaje en tres planos sucesivos diferenciados por el color que reciben: tierras y ocres el primero, diferentes tonos de verde para el plano medio y tonos de azul para el último, es decir el del fondo. Pero la han enriquecido con la generación de profundas penetraciones visuales que van desde el primer plano hasta el último, dinamizando así la composición del paisaje.
En el caso de Van der Lanen debe sumarse el contacto con su colega Abraham Govaerts (1589-1626), con quien además sostuvo una fuerte amistad. Govaerts utiliza la fórmula compositiva mencionada organizando el paisaje muchas veces alrededor de un gran árbol que se convierte en un protagonista, al que complementa
con el detalle de diferentes plantas en el primer plano; estas –cañas, juncos, matas rastreras y trepadoras de diferentes tipos, flores silvestres y animales– aparecen muchas veces con un árbol muerto y de tronco quebrado. Todos estos ingredientes se ven en su
Paisaje boscoso con río, cazadores y jinetes cuya composición se acerca en cierto modo al nuestro, si bien solo muestra una penetración en su sector derecho. Nuestro paisaje presenta profundidades tanto de un lado como del otro de los grandes árboles precedidos por la costa con plantas y un árbol caído que avanzan en el primer plano. Junto a ellos, a la derecha, en un camino que conduce la mirada del observador hacia un grupo de casas en el fondo, marchan Diana y sus compañeras con sus lanzas prontas para la caza; del otro lado la profundidad es recorrida por las aguas tranquilas de un río, sobre cuya orilla opuesta se ven masas boscosas salpicadas por algunas casas. Todos estos elementos permiten reconocer “las perforaciones claras, en diagonal, los troncos de árboles quebrados en el primer plano… huellas características de Van der Lanen”, como ha señalado Y. Thiéry.1
Una obra firmada por Jasper van der Lanen y fechada en 1624 presenta un paisaje similar al nuestro. Se trata del
Paisaje con Tobías y el Ángel,2 donde el pintor ha usado los mismos elementos, si bien el medallón que compone con el bosquecillo de hayas ha sido desplazado hacia la izquierda. De ello resulta que el río y la aldea en la orilla opuesta adquieren mayor presencia y se acercan al primer plano. Del otro lado, sobre el borde, como una importante bambalina, se ve el alto tronco de un árbol con plantas a sus pies; cerca de él marchan Tobías y el Ángel por un camino que deja ver un fondo con algunos árboles, y hacia el centro aparece, como sucede con nuestra obra, el tema de las plantas y arbustos de la orilla con sus flores y animales y el árbol muerto con el tronco roto y su porción que cae hacia el agua. Sorprendentemente, el cielo tiene un tratamiento de nubes sobre el río que es idéntico. Otra obra donde encontramos coincidencias en composición y detalles con la nuestra es
Moisés salvado de las aguas del Museo del Hermitage, San Petersburgo.3
Allí, en una superficie cuya proporción es más ancha que alta –mucho más ancha que la de Diana– Van der Lanen ha producido un gran panorama que se ha armado de modo similar, variando la conformación de algunos elementos. En primer lugar el bosquecillo de hayas en el sector central no se muestra de modo fragmentario sino con los árboles completos, conformando claramente un medallón. Se repite el camino a la derecha donde se ubican la hija del faraón y su séquito y a la izquierda el río con la aldea en la rivera opuesta. Aparece allí también una aldea con una casa campesina casi idéntica a la de nuestra pintura, aunque rodeada por altos árboles. Asimismo, en el primer plano encontramos el tema del árbol con su tronco quebrado y la mata de juncos, cañas y otras plantas típicas de los bordes fluviales. Evidentemente, Jasper van der Lanen utilizó esta composición en varias oportunidades, variando los elementos según las necesidades que le proporcionan las dimensiones sobre las que pinta o posiblemente por alguna circunstancia especial que aún no hemos identificado. Podemos decir que esta repetición está mostrando el éxito que sus pinturas deben haber tenido.
En cuanto a las figuras que aparecen en nuestro paisaje, sabemos que fueron realizadas por mano diferente. En el caso de otras obras de Van der Lanen, se ha dicho que probablemente fueron pintadas por Frans Franken II,4 posibilidad que también habíamos barajado para nuestra obra. Frente a la obra del Hermitage encontramos gran afinidad en las formas anatómicas así como en el uso de colores similares para los ropajes, lo que nos hace pensar en un mismo autor, posibilidad que debe ser confrontada más profundamente.
por Ángel M. Navarro
1— Véase Le Siècle de Rubens, cat. exp. Bruxelles, 1965, p. 98.
2— Tabla de 78,7 x 106,6 cm, Galería Sanct Lucas, Viena (en 1988). Véase: L. Dubiez, “Een ander werk van Jasper van der Lanen”, Oud Holland, Leiden, nº 65, 1950, p. 120 y ss.
3— Tela de 103 x 202 cm, restos de firma abajo al centro “(VL)amen”. Agradezco esta información a Charles Dumas.
4— Por ejemplo en Paisaje con Balaam y el asno (1624) y Paisaje con Tobías y el Ángel. Véase: Ursula Harting, Frans Franken der Jungere (1581-1642). Freren, Luca, 1989, p. 241; L. Burchard, “Jasper van der Lanen. His only known work?”, The Burlington Magazine, London, vol. 90, nº 545, agosto de 1948. L. Dubiez, op. cit.
Bibliografía
1994. NAVARRO, Ángel M., La pintura holandesa y flamenca (siglos XVI al XVIII) en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Buenos Aires, Asociación Amigos del MNBA, p. 52-55, reprod. color p. 53.
2001. NAVARRO, Ángel M., Maestros flamencos y holandeses (siglos XVI al XVIII) en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Buenos Aires, Asociación Amigos del MNBA, p. 55-57, reprod. color. — NAVARRO, Ángel M., Flemish and Dutch Masters (from the XVIth to the XVIIIth century) at the National Museum of Fine Arts. Buenos Aires, Asociación Amigos del MNBA, p. 55-57, reprod. color.