
Sacrificio de Melquisedec
Tiepolo, Giovanni Battista. ca. 1740
Más Informaciónsobre la obra
Inventario 2047
Obra Exhibida
MNBA Neuquén
Una amplia explanada bordeada por una elevación del terreno donde se ven una casa con arbustos a la derecha, un molino que se recorta contra el cielo hacia el centro y algunos arbustos a la izquierda, forman el primer plano de esta pintura. Junto al molino se ha armado una pequeña tienda de cuyo interior surge vapor de cocina. Un campesino se ocupa de ella, mientras una mujer atiende a unos hombres ante una mesa; otra, con un niño en su falda, conversa con un hombre al costado de un carruaje, del que un paisano descarga productos. En el centro de la composición una mujer ofrece su mercancía de un pequeño tonel mientras observa atenta a un hombre que habla con un jinete montado en un caballo blanco. A la derecha, otra, sentada con un canasto en su falda, habla con un pastor que se apoya en un cayado. Una cabra pasta junto a él. Hacia el otro lado, un mendigo con muleta y bastón, cruza la escena; un niño lo observa. Al fondo de este primer plano, desde la izquierda, avanza un campesino montado en una mula a la que sigue otra con alforjas cargadas mientras una figura le señala el camino. En un plano posterior se ve una casa -tal vez una posada- ante la cual aparecen otros personajes, algunos de los cuales se han reunido formando una rueda. El fondo se cierra con un horizonte de pequeñas colinas, tras las que se ve resplandecer el sol de la mañana que comienza, iluminando el cielo azul poblado de algunas nubes. Catalogado como Fiesta campestre este paisaje presenta en realidad los preparativos para una feria, como lo indica las actividades que despliegan los personajes, algunos de los cuales llevan canastos o se ven en toneles o alforjas cargadas con productos para la venta mientras otros conversan entre sí o tratan una venta. Como otras obras de Matthijs Schoaverts (1) se caracteriza nuestra pintura por la presencia de pequeños personajes que dan vida al paisaje y muestra su gusto por las escenas populares. También esas características se hallan en la producción de su maestro Adriaen Frans Baudewijns (1644-1711) y evidencian asimismo la influencia de la obra de Jean Brueghel de Velours, como lo ha señalado Y. Thiéry (2). Se ve aquí además el gusto por lo anecdótico, ante lo cual el escenario donde la acción tiene lugar, muchas veces, pierde importancia, como sucede en otras obras que conocemos de artista (3). En nuestra obra los personajes han sido cuidadosamente representados y se destacan por la interesante solución lograda con la economía de medios con los que el pintor obtiene una notable expresividad. Pocas pinceladas bastan para tratar, casi como en una miniatura, sus pequeñas figuras. Eso se ve especialmente en las mujeres sentadas, el hombre con muleta y el niño cerca suyo. Con sus ropajes, son los portadores de la nota de color en la obra que, como sucede en otras, reitera una solución que se basa en el uso de ocres y tierras para el primer plano y el verde y azul para el fondo. La arquitectura -especialmente el molino- al igual que los elementos verdes, muestran cierta ingenuidad en la representación que contrasta con la de los personajes. La animada escena se desarrolla en un espacio construido hábilmente, dominado por el primer plano que ocupa prácticamente toda la parte inferior de la pintura, a la que el pintor nos introduce mediante un sutil repoussoir compuesto por un montículo con arbustos a la izquierda y un leve pliegue del terreno a la derecha. El segundo plano queda reducido a una mínima porción con una escena secundaria; luego, a través de suaves colinas se llega al fondo de la obra donde se ve el horizonte bajo de esta composición. El cielo, contra el que el molino se recorta formando un elemento destacado, ocupa así una importante parte de la obra.
Si bien no se conocen las fechas de nacimiento y muerte de Matthijs Schoeaverts sabemos que en 1682 era alumno de Adriaen Frans Baudewijns (1644-1711) en Bruselas, por lo que se supone que era nativo de esa ciudad donde podría haber nacido hacia 1665.
En 1690 ingresó a la corporación de Bruselas, de la cual fue decano entre 1692 y 1696. Su obra fechada llega a 1702, por lo que se piensa que murió en los primeros años del siglo XVIII. Su obra se compone de paisajes caracterizados por la presencia de pequeñas figuras tratadas con esmero. Fue también grabador. Su hermano François y su sobrino Pierre fueron también pintores.
(1) Véase Y. Thiéry, Les peintres flamands de paysage au XVIIe siècle. Le baroque anversois et l'école bruxelloise, Bruselas, 1987, pp. 17 ss. y 249-50.
(2) Y. Thiéry, op. cit., pág. 18.
(3) Venta Londres (Sotheby's), 11 de diciembre de 1981, n° 28 y 29. Véase también Fiamminghi. Arte Fiamminga e olandese del Seicento nella Repubblica Veneta (catálogo de exposición), Padua, 1990, pág 72.
1994. AMN, pp. 75-76, reproducido.
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